El punto es este: tu café va a dejar de ser tan fuerte. Tus caramelos ácidos que pretenden sacarte el hambre en ese fracaso de dieta te van a dejar de parecer suficientes. Las pastillas para dormir no te van a alcanzar. La cerveza ya no te va a emborrachar. La ducha no te va a limpiar. El viento no te va a refrescar, y menos que menos el sol te va a calentar. Tu estómago se va a retorcer, tu corazón va a gritar clamando por un dios o algo parecido, y probablemente nadie te vaya a responder. El sonido de una voz querida a través del teléfono no va a ser tan agradable, y tus manos no van a tener de dónde agarrarse. Lo único que puedo garantizarte es el choque que se viene. ¿Estás listo, o lista?
Hoy, un tipo se puso en cuclillas, y se echó un garco en medio de Retiro, a las 10.57 de la mañana, en la esquina de la estación, en plena Avenida Libertador. Nadie hizo nada.
Buen provecho, Buenos Aires.
aaaaaaaaaajajajaja
ResponderEliminarpero qué hdp...qué gran choque.
Saludos, hermano HE.-
Un garco en medio del barrio más dispar de la ciudad de Buenos Aires es toda una obra de arte. Podría dar una idea interesante a la clase dominante: un muro de mierda que separe el edificio Maipú y toda esa degeneración de pseudo cuarteles con las casas de chapa y cartón.
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