lunes, 12 de enero de 2009

La religión y yo (Parte 1)

Escenario: Dos cuadras de mi casa. Domingo por la tarde, soleado. Veo venir dos figuras en camisa, corbata y pantalón de traje. Muy a mi espanto, ver un cartelito negro con negros blancos me hizo caer en la cuenta de lo que, a esa altura, era evidente. Mormones. Dado que iba hacia mi casa y no tenía forma alguna de esquivarlos, decidí darles un poco de cuerda.

Mormón 1 (con tono brasilero, claro, sino no sirve):- ¿Cuál es para usted el sentido de la vida?
Yo:- El desarrollo y crecimiento espiritual y personal, mediante la realización del colectivo en su totalidad, estableciendo una armonía entre los distintos todos que componen la sociedad, y la consecuente no existencia de necesidades básicas.
Mormón 2:- (Abre los ojos muy grandes, intenta esbozar una sonrisa trucha y asiente en silencio)
Mormón 1: - Aaah. Usted estudia, ¿no es cierto?
Yo:- Sociología y periodismo.
M1:- Aaah. ¿Y cuál es su opinión acerca de dios?
Yo:- Que si existe, existe sólo como causa primera, no creo que tenga inferencia en los asuntos humanos.
M1:- ¿Cuán importante es para usted la existencia de dios?
Yo:- Nada.
M2:- (Asentía en silencio, muy sorprendido)
M1:- (insistente) ¿Y la religión?
Yo:- Ah, de eso... y, mirá. No me parece mal, en la medida en la que cada cuál haga lo que me jor le parezca. Si dios existe o no, en cualquiera sea sus formas, es una búsqueda personal. Por eso estoy en contra de las matanzas que se hicieron en nombre de dios... como en contra de las evangelizaciones, cualquiera sea su forma.
M2:- (Se pone colorado y asiente)
M1:- Aaaah... yo creo que en algún momento usted va a buscar respuestas. Este libro tiene verdades...
Yo:- (interrumpo) Ahí es donde te equivocás, o no me prestaste atención. Si te acabo de decir que la búsqueda de la verdad espiritual y trascendental es personal, ¿de qué libro me estás hablando?
M1:- (rebobinando el casette) Pero en este libro, se transmite la palabra de dios. (Mormón 2 abre el morral y apura un libro) Acá tenemos, en este libro...
Yo (interrumpo otra vez):- No me interesa. Claramente no me escuchaste.
M1:- Está bien. Pero en el momento en el que busque respuestas, sepa que las puertas de los mormones están abiertas.
Yo:- Como otras decenas de puertas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno como todo lo que leí en el blog de lo progrenoprogre... Espero la 2 da parte.

Abrazo!

Anónimo dijo...

Reitero: Creo que queda claro el concepto único que manejan los fanáticos religiosos (ese es el termino que yo les achaco), así como su imposibilidad de escuchar al otro o de intentar comprender un razonamiento diferente