lunes, 22 de diciembre de 2008

El principio del principio

Y sí, era entre tu piel. Con la cabeza apoyada en la ventanilla del tren, no puedo evitar pensarlo. Está bien doña, incluso con su renguera de perro, tenga el asiento. Y métaselo en el culo, valga la redundancia. ¿En qué estaba pensando? Perderse en un oceano de miradas nunca fue tan tentador. Pegar un alarido que desgarre almas y cuerdas vocales, tampoco. Lo único que me faltaba, que la vieja esta tenga una nieta, cuya foto logro pispear en la billetera. ¿Y si pudiera olvidarte? Qué fácil que sería, ya me lo imagino. Entablar una conversación trucha con la geronte esta, caerle simpático, mirá que tengo una nieta de tu edad, mire usted que curioso tal vez la conozca, y demás chamuyos poco éticos. Aunque bueno, ¿desde cuándo levantarse una minita fue ético? Siempre es un acto de -tomá el boleto- bueno, nunca más válida la palabra acto. Actuar, ponerte en el rol de algo. Elegir la máscara que más te convenga. Pensar como querés que el otro piense que pensás, y así en una sucesión infinita que lleva hacia algo, o hacia la nada. Que no son tan contradictorios, después de todo. Algo y la nada, la vieja, el tren, la foto, vos. Todo es parte de lo mismo, de un constante recordar y olvidar, tal vez la única contradicción que pueda superarse a nivel conciente. En parte, claro está. Y queda igualmente demostrado que el azar, el constante tirar los dados para saber si cuando cruzás la calle en verde no viene un colectivo y te revienta la pierna, no sirve de demasiado. Aunque monologar así tampoco sirve de demasiado, y mucho menos limitarme a una sonrisa torva al ver cómo la vieja sonríe al ver la sonrisa de su nieta esperándola en el anden.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Credibilidad/Fin de TEA

De haberla tenido, la perdí más o menos a esta altura de la noche.

Y bue. Hoy más que nunca... es lo que hay.

Un gran abrazo a todos lo que lo hicieron posible, y a todos los que no lo hicieron posible.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Apariencias

Entren chicos, nos dijo ella con amabilidad. Nos abrió la puerta de su casa, y con una sonrisa muy afectuosa nos saludó a cada uno de nosotros tres. Pero, miren con cuántas cosas que vienen. Suban por el ascensor, ustedes que vienen con las cámaras, yo voy por las escaleras. No hubo caso en la insistencia.
Al llegar al tercer piso, nos estaba esperando. Nos invitó a pasar, y al entrar en la casa, vimos un pasillito con dos notebooks, una al lado de la otra y una nena que no debía superar los siete años. Andá, estudiá que después te tomo las tablas, y ante el reto materno se fue. En el comedor nos esperaba él, igualmente afectuoso. Nos dio la mano con firmeza. Cuando estén listos, nos soltó.
Los tres preparamos los equipos. Mientras tanto, una escena familiar se desenvolvía con total naturalidad: los dos chequeando sus computadoras, ella con la nena a upa. Otro hijo se asomó -no debía superar los doce años-: las cámaras le debían causar curiosidad. Se sonreían entre sí, se hacían bromas. El comedor era realmente acogedor, llena de libros, con luz cálida y una ventana que daba a la calle.
Al cabo de unos minutos, terminamos de preparar todo. Nuestro entrevistado se sentó en la silla designada, ante la atenta mirada de la cámara y el foco vacilante. Se explayó con total soltura, y no dejó nada por decir. Mientras él hablaba, ella asentía en silencio, con una sonrisa en su cara, mientras controlaba a los nenes, para que no hablaran y arruinaran la toma. Una vez que terminamos nuestro trabajo, lo que nos habrá llevado una media hora, él nos regaló algo como agradecimiento por haber ido hacia allá. Levantamos los equipos, guardamos el presente. Nos despedimos de nuestro entrevistado, y ella bajó a abrirnos la puerta. Con una sonrisa, nos dijo gracias por haber venido, espero que les haya sido útil.

Esa fue nuestra visita a la casa de Cecilia Pando y Pedro Mercado.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Debates troscoanarcomarxistaleninistamaoistaperonista útopicos y revolucionarios a las 12 am

Agustin dice:
soy Oficialista Critico
Hernán dice:
no me digas
Agustin dice:
viste ese nuevo mote?
Hernán dice:
ay dios, por un momento me entró el terror
Agustin dice:
es tremendo: apoyo al gobierno pero hago Criticas (y aclaran, "constructivas")
Agustin dice:
la concha de tu hermana
Agustin dice:
hay que generar un debate para desmitificar mi figura, la concha de tu hermana sami

martes, 4 de noviembre de 2008

Ultimo tren

No alcancé el tren. Y bueno, me dije, ya fue. La noche está agradable, corre vientito de pre tormenta y eso garpa. Toda la gente se agolpó contra la pared, buscando refugiarse en una cornisa imaginaria de la estación Carranza. Todos menos vos. Ahí estabas, en tu mundo. Leyendo algo (¿Ficciones? No llegaba a leer), en tu mundo. Tu pollera larga volaba con el viento, y éste animaba la llama del cigarrillo que tenías en tu mano. Te ví tan distinta a los demás, que no quise molestarte. Con mirarte alcanzaba para leer la paz en tu cuerpo, en tus gestos, en la forma en que exhalabas el humo. Me imaginaba las sutiles tácticas para sentarme al lado tuyo (claramente por error), comentarte así como al pasar sobre la vieja dicotomía Borges o Cortázar. Con suerte arrancarte una sonrisa, pedirte un cigarrillo (aunque no fumo), charlar un rato, y que todo marche sobre rieles.
La luz del tren que venía me aceleró el pulso. Frenó en el anden. "Suarez", decía el cartel. Todos los que estaban semi refugiados se metieron presurosos en los vagones y quedamos solos vos y yo en el anden. Estaba tomando aire para decirte algo, cuando te despertaste como de un sueño. Corriste hacia la puerta, y preguntaste con un grito: "¿Suárez o Mitre?". Con la respuesta, entraste. La puerta se cerró, y vos tiraste tu cigarrillo por la ventana. No pude ni mirarte a los ojos una vez. Y al arrancar, me quedé solo en el anden, con tu cigarrillo tirado, con el gusto de ese humo en mis pulmones, con el ligero recuerdo de tus labios en la colilla en mis labios. Parece que va a empezar a llover.

viernes, 31 de octubre de 2008

Espacios vacíos

En los espacios vacíos que dejás entre tus palabras, quisiera mentirte y decirte más de lo que puedo. Quisiera ignorarte, y relegarme a una vida de olvido. Porque sí, soy uno de esos que se regodean en su propia miseria, que siempre amagan con tocar el fondo, con raspar con la cuchara el telgopor. Que me ayudes a salir del fondo, es algo que rara vez me puedo permitir. Claro, yo, el omnipotente, el todopoderoso. Pero ahora, que una firma condena mi futuro a mediano plazo hasta el principio del otoño y no te puedo dar lo que querés, sé que te voy a decepcionar. Pero como te conozco, me vas a abrazar y a decir "no pasa nada". Pero recordando aquella isla, aquellos momentos... en el fondo, lo único que nos queda es el ahora. Ahora es el momento de hablar, de gritar, de agarrarte fuerte de la mano y jugar a tocar el fondo, y a salir mirando la luz del sol, el primer aire, el primer viento.

viernes, 24 de octubre de 2008

Preludio de un regreso

Voy a volver, eventualmente. Aunque nadie me lea. Cuando tenga internet en mi casa, será otro cantar.
 
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Pensé que conocía unas cuantas historias buenas para contar a los demás, y descubrí, o confirmé, que escribir era lo mio. Muchas veces había llegado a convencerme de que ese oficio solitario no valía la pena si uno lo comparaba, pongamos por caso, con la militancia o la aventura. Había escrito mucho y publicado mucho, pero me habían faltado huevos para llegar al fondo de mí y abrirme del todo y darme. Escribir era peligroso, como hacer el amor cuando se hace como debe ser.

Aquella noche me di cuenta de que yo era un cazador de palabras. Para eso había naciodo. Esa iba a ser mi manera de estar con los demás después de muerto y así no se iban a morir del todo las personas y las cosas que yo había querido.

Para escribir tenía que mojarme la oreja. Yo sabía. Desafiarme, provocarme, decirme: "No podés, a que no". Y también sabía que para que nacieran las palabras yo tenía que cerrar los ojos y pensar intensamente en una mujer.

(Eduardo Galeano, Días y noches de amor y de guerra)

domingo, 17 de agosto de 2008

Mi nueva amante...

Regreso con todo... y después de mucha espera, al fin tengo mi guitarra nueva. Yo no tengo más nada que decir: ella sí.

miércoles, 9 de julio de 2008

Bosque rojo

Dicen los que te conocieron que eras tan linda como te veo ahora. Tu nombre habría sido Katya, tendrías unos veintidós, y vaya uno a saber que andarías haciendo ahí, en esa ciudad que ahora recorre sólo el viento y los sonidos de algo que fue y no será. Te veo bailando entre los árboles, tu pelo rubio y tu tez blanca contrastan con el rojo furioso de los árboles. En el fondo, escucho las voces de los hibakusha que susurran tu nombre.
Te balanceás entre los árboles, mientras se cae tu vestido hecho harapos. Te veo desnuda, te veo sin piel, te veo sin músculos, sin huesos. Pero tus ojos brillan. Me acuesto sobre las hojas de lo que quedó de aquellos árboles, y veo otra vez, como en una película, cómo el cielo se tiñe de violeta, y un resplandor de una luz que quema los ojos hace que todo vuelva a empezar, como en una mala película. Ahí estás, en efecto, bailando de nuevo entre los árboles rojos.
Algo me toca el hombro. No me atrevo a darme vuelta.

sábado, 5 de julio de 2008

Subte


(inspirado en "Recuerdo" de Ismael Serrano)

Lo vio. Y todo lo que tenía dejó de tener valor. Claro, ahí iba él con su pinta de estudiante de económicas: chomba Legacy, carpeta bajo el brazo, pantalón de traje, náuticos. El pelo tan prolijo, tan cuadrado, tan estructurado, tan imposible.
Se dedicó a mirarlo. De por sí, verlo subiendo al subte en la facultad de medicina era chocante: qué haría una persona como esa en el subte, mezclado con mortales. Y la respuesta estaba en el fondo de sus ojos.
Se enamoró profundamente, tanto que le dolía. Se sacó los auriculares, para tratar de escuchar su respiración en el murmullo, sin éxito. La gente parecía totalmente impávida ante el ángel del subte, pero no le resultó extraño, ya que esas cosas se sienten en un lugar del cuerpo que ni la psicología ni la medicina descifraron todavía: la sociología mucho menos.
Una pareja de viejos hippies entró al vagón en Pueyrredón. El tocaba la guitarra criolla, con cuerdas cansadas. Ella cantaba con voz ronca canciones de otros tiempos: bronca cuando ríen satisfechos, al haber comprado sus derechos. Se transportó a los setenta, y no pudo evitar imaginarse con él. Ambos recorriendo mutuamente sus cuerpos, en un ámbito de libertad y opresión mucho mayor que la de hoy en día.
Pero al ver como una chica -no muy agraciada- lo miraba, y él respondió con el histeriqueo de la década de los 90, de los perfumes de free shop, cayó en la cuenta. Muchas cosas no cambiaron. La vieja entonaba no puedo ver tanto desastre organizado sin responder con voz ronca, mi bronca. Entonces sintió como un grito le surgía de las entrañas.
Como ningún pasajero del subte se dio vuelta, notó que no había gritado ni mucho menos. Enojado con todo, y sobre todo con su ser, se levantó para bajarse en Bulnes. Le dirigió una última mirada. Podríamos ser eternos, le dijo con el pensamiento. Pero muchas cosas aún no cambiaron.
Mirándose en el reflejo de la puerta, Marcelo se vio igual que siempre. De sus ojos caían lágrimas, que por suerte él no veía. No, se dijo una vez más. Muchas cosas no cambiaron.

lunes, 30 de junio de 2008

¿Y si devolvemos la copa?

Artículo de Pablo Llonto, ex periodista de Clarín, autor de "La Noble
Ernestina", y más. Esta es una colaboración con la agencia de
comunicación Rodolfo Walsh.

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No es una historia más de la dictadura. Aunque parezca un Mundial de
Fútbol, lo ocurrido en junio de 1978 es una sombra que se desliza por
todos los hogares argentinos. Es curioso. Casi no existen símbolos en
las ciudades que recuerden aquella Copa. Dicen que en algún pueblo del
Norte un hotel aún lleva el nombre "Mundial 78". En Buenos Aires,
cuesta hallar un gauchito, un poster de los campeones. Que les
pregunten a los jugadores del seleccionado que capitaneaba Passarella
cuánto tiempo tendrá que transcurrir para que no sientan la condena
que acompaña cada reportaje sobre 1978. Ni toda el agua bendita del
mundo alcanzará para lavar las culpas de un hecho deportivo que a
todos nos parece intragable.

En pocos días se jugará en River "La otra final, el partido por la
vida y los derechos humanos". Será el 29 de junio. El instituto
"Espacio para la memoria" intentará que el match entre futbolistas de
hoy vs. Estrellas de ayer sea "un evento que permitirá difundir lo que
se intentó tapar con el fútbol en la Argentina de la dictadura
militar: los campos de concentración como la ESMA, que funcionó a
pocas cuadras del estadio de River, y las denuncias que se hacían en
el exterior por violaciones a los derechos humanos".

Si el país decidiera prestarle atención a este encuentro, podríamos
hablar del inicio de un reconocimiento colectivo que buena falta nos
hace. El fútbol y sus dirigentes y protagonistas (con las excepciones
del caso) jamás le pidieron perdón a los desaparecidos. Que tres
décadas después tengamos la fortuna de escuchar las primeras voces
sobre el tema estará bueno.

Pero que se nos permita una duda. O más.

¿Pedirá perdón Julio Humberto Grondona el presidente de la AFA desde
1979, que un año antes era el tesorero de la Asociación durante los
tiempos de la canilla libre de dólares?

¿Pedirá disculpas la Editorial Atlántida por la triste carta inventada
al capitán de la selección holandesa en la que el jugador le decía a
su hija que de los fusiles de los soldados argentinos salían flores?

¿Hará un acto de contrición el entrenador Menotti por no haber
aprovechado su momento de gloria para repudiar a los militares?

¿Deplorarán los dueños de los medios de comunicación sus editoriales
nacionalistas y mentirosos de entonces?

¿Pondrá Sergio Renán las cosas en su sitio y recomendará que su
película "La Fiesta de Todos" sea exhibida varias veces en la TV
Pública bajo una leyenda que diga "así no debe hacerse nunca más el
cine argentino?

¿Se inmolará Félix Luna cuando observe la filmación en la que se lo
aprecia arriba de un balcón mientras caen papelitos y se afirma que
los argentinos ganamos el Mundial para demostrarle al mundo qué buenos
somos?

¿Reclamará Ernesto Sábato un cura y un confesionario para decirles que
se averguenza de haber cerrado la ceremonia de premiación de los
campeones con todos los uniformados en las bien servidas mesas?

¿Editará el Comité Ejecutivo de la AFA un nuevo libro de Memorias
señalando que uno de los más grandes errores de nuestro deporte fue
promocionar al marino Carlos Lacaste como representante argentino en
los estrados de la FIFA aún en los tiempos democráticos?

¿Renunciará al Comité Olímpico Argentino (COA) su presidente Julio
Cassanello, ex intendente de Quilmes durante la dictadura y quien
dentro de unas semanas presidirá la delegación celeste y blanca que
concurrirá a los Juegos Olímpicos de China 2008?

¿Seremos capaces de reconocer como sociedad que durante el frío mes
de junio fuimos algo así como preservativos de un régimen verde oliva
que usó el Mundial para mostrarnos derechos y humanos?

¿Revelaran los popes de la publicidad argentina los nombres y
apellidos de los autores de las odiosas frases que engalanaban
nuestras infantiles y adolescentes horas frente a la TV? ("Los
argentinos somos derechos y humanos", "Argentina país de paz"
"Argentina trabaja y avanza")

¿No deberíamos golpear las puertas de la sucia FIFA y devolverles la
sucia Copa del Mundo 78?

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Fuentes: Agencia de Comunicación Rodolfo Walsh

Fragancia


A las esperanzas de palabras aún no dichas. A promesas que no fueron hechas y nadie tiene por qué cumplir. A las lágrimas que nadie lloró. A flores que todavía no crecieron, y en gran medida, aún no plantadas. Lo agrio de la transpiración, lo amargo de los fluidos, la fetidez del primer aliento. La calidez encerrada en tu pelo. A la luna encerrada en tus ojos. La primer mañana y la última noche. La última mañana y la primer noche. A la virginidad de tu piel, todavía libre de arrugas. A la seguridad, la confianza. A vos moviéndote entre sueños, quejándote de algún fantasma. Al día que está por empezar.

Todo hombre ha tratado de descifrar cuál es el olor que la mujer deja entre sus sábanas al irse de su cama. Hoy lo siento y por eso estás conmigo, durmiendo una vez más entre mis brazos.

miércoles, 25 de junio de 2008

Difusión

Cazadores de Utopías, la banda que se hizo primero un Purevolume antes que tener un miserable tema propio compuesto y/o ajeno grabado, ensaya en...

http://www.vaderstudio.blogspot.com/

(veremos hasta cuándo...)

martes, 24 de junio de 2008

Pink Floyd - Pigs on the Wing (Pt. 1 y 2)

Acá les va una rareza absoluta: un tema de Pink Floyd que en realidad son dos, la apertura y cierre del brillante disco Animals. Como está acá es tal y como fue grabado: en una sola pieza y con un solo increíble de Snowy White, el guitarrista que le daba una mano a Gilmour en los recitales. Para disfrutar con todos los sentidos.

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Pigs On The Wing (Parts 1 & 2) [Rareza] - Pink Floyd

If you didn't care what happened to me,
And I didn't care for you
We would zig zag our way through the boredom and pain
Occasionally glancing up through the rain
Wondering which of the buggers to blame
And watching for pigs on the wing.

(solo)

You know that I care what happens to you
And I know that you care for me too
So I don't feel alone
Of the weight of the stone
Now that I've found somewhere safe
To bury my bone
And any fool knows a dog needs a home
A shelter from pigs on the wing

sábado, 21 de junio de 2008

Marx Attack

El toro por las astas (Osvaldo Bayer, 21/6/08)

Artículo en Página del gran Osvaldo Bayer. Para leer y aprender cómo pensar las cosas y darle siempre una vuelta más de tuerca al asunto.

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Es increíble la irracionalidad del mundo. Pero el hombre persiste. Sigue rigiendo la ley del dinero. Más dinero, más poder. Así de sencillo. Por ejemplo, que los alimentos del mundo estén en manos de un núcleo de personas surgidos en su mayoría de los dueños de la tierra. En un mundo con limitaciones –y las conocemos con respecto a las reacciones de la naturaleza y a eso que llaman la bolsa y la ruleta de las acciones o las altas y bajas de las divisas– las grandes líneas a seguir no las dictan los que defienden la vida a ultranza, ni siquiera los políticos elegidos en las urnas, sino los que tienen el verdadero poder. Lo vemos actualmente en Europa. Hoy el diario Frankfurter Rundschau –lo cito porque es un órgano que a veces, muy pocas veces, lástima– se atreve a decir basta. Hoy, viernes, le dedica toda su tapa, toda, a denunciar la inhumana política europea con respecto a los seres humanos del tercer y cuarto mundo que buscan refugio en Europa, los denominados “ilegales”, que llegan de todos los países pobres. En la tapa de ese diario está en grandes letras la palabra Europa atravesada con alambres de púa. Y luego, en letra pequeña, este párrafo: “Con toda dureza, los estados europeos proceden contra los que buscan refugio. Europa se comporta así como si sólo tuvieran derecho a una vida en dignidad los que nacieron en el continente correcto. Cómo ese apartheid hace ricos a los nuevos contrabandistas de personas, arroja cadáveres a las costas españolas y lleva a que los chechenos perseguidos no encuentren protección, informamos en la edición de hoy, el Día de los Refugiados”.

Sí, Europa ha decidido hacer ya en un tono leguleyo lo que lleva a cabo Estados Unidos en sus fronteras con los “latinos”. Es el sistema. Esa Europa que estableció después del “descubrimiento” la esclavitud y la explotación de sus colonias africanas y americanas no se hace responsable por ello. Pero eso sí, sigue aprovechando el comercio con las elites de esos países que dominan sus economías y producen la pobreza, y por tanto la violencia.

Cuando uno lee las noticias de la Argentina, comprueba que la Sociedad Rural acompañada por otras organizaciones, que en conjunto siguen siendo dueños y señores de la tierra (algunos más, otros mucho menos, pero están juntos), hacen un “paro” patronal. La tierra, que significa el pan, que no tendría que pertenecer a nadie sino a todos, es de ellos. Esa tierra que tendría que ser de todos, como la sombra de los árboles en verano, como los caminos, como los ríos, como el derecho a la enseñanza, como el derecho a la salud. Causa hasta vergüenza que ninguno de nuestros gobiernos haya ido a golpear a la puerta de la Sociedad Rural y les haya preguntado: ¿de dónde tienen ustedes la tierra, quién se las otorgó, cómo llegaron a ella? La pregunta que tendríamos que hacerles todos a los estancieros, los latifundistas. ¿Cómo es posible que ningún Congreso nacional en toda su historia haya tratado el tema de los títulos de la propiedad de las pampas increíblemente fértiles e interminables o haya nombrado una comisión que estudiara a fondo cómo llegaron esos señores a la posesión de tales extensiones? No, no se hizo nunca. Se aceptó a libro cerrado esa historia terriblemente injusta y cruel. De eso no se habla. Y todos concurrieron a inaugurar el monumento a Julio Argentino Roca, el que dictaminó la muerte al “salvaje o bárbaro”. Y cómo después va a comenzar el otro capítulo, el de la explotación de los verdaderos trabajadores de la tierra, los “peones en negro”, como es habitual. Peones y sirvientas no entran por la puerta del Derecho.

Es hora de llamarlos a rendir hoy cuentas de cómo sus antepasados obtuvieron esas tierras. Sin ninguna duda, la mayoría fue después de la campaña de Roca, con el exterminio de los habitantes originarios. Lo dice toda la documentación histórica. Fue la Sociedad Rural presidida por José Martínez de Hoz –apellido bien conocido por los argentinos– quien va a apoyar y promover la campaña de Roca, por ejemplo, ofreciéndoles las “mejores caballadas” de los estancieros. Después del genocidio se otorgaron más de 41 millones de hectáreas a 1843 estancieros, entre ellos a la familia Martínez de Hoz, que recibió nada menos que 2.500.000 hectáreas. Y luego en la lista de beneficiarios estaban los Anchorena, Leloir, Temperley, Atucha, Ramos Mejía, Miguens, Unzué, Llavallol, Señorans, Martín y Omar, Real de Azúa, Luro, etc. Todos apellidos de la “aristocracia” de la tierra. El general Roca se quedará con 65.000 hectáreas, para “empezar”, y se otorgarán otras 7.450.000 hectáreas a los militares autores del genocidio. Lo dice el propio Domingo Faustino Sarmiento, en el diario El Censor del 18.XII.1885, textual: “Es necesario llamar a cuenta al presidente y a sus cómplices en estos fraudes inauditos. El presidente Roca, haciendo caso omiso de la ley, cada tantos días remite por camadas a las oficinas del Crédito Publico órdenes directas, sin expedientes ni tramitaciones inútiles, para que suscriba a los agraciados, que son siempre los mismos, centenares de leguas”. Por eso, durante la Década Infame, los conservadores levantaron el monumento a Roca en la Diagonal Sur de la Capital. Y ahí estaban todos, en primera fila los miembros de la Sociedad Rural. El mismo Roca aprobará la Concesión Grünbein, por la cual se otorgaron miles de hectáreas en la Patagonia principalmente a ingleses provenientes de las islas Malvinas. Que financiaron a los “cazadores de indios”. Una libra esterlina por par de orejas de tehuelches. La Sociedad Rural también apoyó firmemente la represión de los peones rurales patagónicos en la matanza de 1921 para no hablar de su influencia en la política de los centros provinciales.

¿Cómo es posible que jamás en la Argentina se haya intentado una reforma agraria? Seguimos aceptando un régimen que pertenece al medievo. Se tiene que dictar una ley poniendo una valla a la posesión, un máximo de hectáreas y dar preeminencia a las cooperativas de productores. Para ello, crear escuelas en cada ciudad del interior de más de cincuenta mil habitantes sobre administración del campo, ciencias agrícolas y ganaderas, para que los hijos de los trabajadores de la tierra puedan ya ser los técnicos futuros del campo.

Nada se arregla ahora con bajar o subir las retenciones, sino que la única solución es democratizar la posesión de la tierra. Y que sean esas mismas cooperativas las que se encarguen de la comercialización de sus productos.

Es lamentable que la Federación Agraria, aquella del Grito de Alcorta, no haya continuado su lucha de hace un siglo y que hoy busque como aliados a quienes están en la vereda de enfrente. Me viene a la memoria el movimiento del campo iniciado por integrantes de la Federación Agraria y apoyado por su diario La Tierra, en febrero de 1975, en el gobierno de Isabel Perón. Las otras organizaciones patronales del campo –Sociedad Rural, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas– repudiaron las acciones de protesta. También Carbap, a través de su titular, Jorge Aguado, tuvo palabras muy duras contra el citado movimiento. Más tarde, en septiembre, del mismo año, sí, la Federación Agraria se plegó al movimiento de reivindicaciones de las Confederaciones Rurales Argentinas, a la que pertenece Carbap. Por lo que el periódico El Auténtico dirá: “La falta de una adecuada política económica tendiente a garantizar el precio de las cosechas, que hace que los pequeños y medianos productores queden a merced de los grandes monopolios exportadores, explica la decisión de la Federación Agraria de plegarse a una huelga hegemonizada totalmente por la más rancia oligarquía”. Hace treinta y tres años.

El diario La Prensa, por supuesto, apoyó el movimiento de la oligarquía del campo señalando que “De hecho, los gobiernos han mantenido una incoherencia sistemática respecto de la agricultura... que puede expresarse como desprecio por la merecida consideración de esa actividad productiva en el conjunto de los intereses nacionales”. Intereses nacionales.

La verdadera solución llegará cuando se lleve la verdadera democracia a la tierra. Ni terratenientes ni siervos. Que la alimentación de las ciudades no dependa de un triunvirato todopoderoso de los dueños de la tierra. Ojalá que la Iglesia Católica tome como modelo al obispo Angelelli, aquel que dijo en el púlpito, en ocasión de la muerte de un leñador y después de ver con sus propios ojos cómo sus compañeros llevaban el cuerpo sin vida sobre los hombros y lo enterraron así porque no les alcanzaba el dinero para comprar un ataúd: “En qué país vivimos que ni siquiera los leñadores pueden lograr la madera que abrace y contenga a sus seres queridos a la hora de la muerte”.

Al día siguiente, Angelelli yacía sin vida tirado en el suelo de una tierra por la que tanto luchó. Realidades constantes.

Fuente

viernes, 20 de junio de 2008

David Gilmour & David Bowie - Comfortably Numb

Si alguno todavía no sabe por qué Gilmour es objeto de mi admiración, miren este temazo tocado junto con el duque David Bowie.

Acá sí que no se coge

MONUMENTO AL CHE
Hasta la estatua, siempre

El Si! peregrino hasta Rosario detrás de la tonelada de bronce con que se rinde homenaje al mítico guerrillero. Y recogió las diferentes maneras de apreciarlo.

Txt Hernán Escudero.

Yo te daré/ te daré Patria hermosa/ yo te daré/ una cosa que empieza con P". De un lado: "¡PC!", del otro: "¡Perón!". "¡Querría que el Che los viera ahora!", grita furiosa una señora que es aplastada contra la valla en un pogo. En Rosario, por unas horas, el tiempo regresó tres décadas. Todo, por una estatua de bronce de una tonelada y 4 metros de altura: un monumento al Che Guevara.

Los jóvenes integrantes de los distintos partidos políticos pelean entre sí por ver quién la tiene más larga y más grande (la bandera). Entre la multitud, integrantes del Partido Comunista hacen de todo para mandar militantes a la valla y sostener la enseña que Stalin les legó.

-¿Esto no atenta contra el espíritu de unidad del acto?

-Mirá, es parte de la identidad. Es en cierta forma como el equipo de fútbol, siempre querés que esté presente.

"El Che fue admirable, más allá de izquierda o derecha", sostiene Lucía, una artesana nómade que con su compañero peruano recorren la Argentina: "Que un tipo haya dejado su vida justamente para mejorar la de todos, eso es loco". El responde: "Dejó las cosas de medicina y agarró un fusil. Pero ni la izquierda ni la derecha me parecen buenas, son luchas por el poder". Un miembro de Corriente Militante explica que el Che es un ejemplo de militante. "La unidad está buena. Cada uno leyendo los programas del otro, así se llega a algo". En este marco, las palabras de Aleida Guevara, la hija del Che, suenan un poco a reto: menos palabras, más acción.

En el camping del Parque Independencia paran todas las agrupaciones que vinieron para la ocasión. En la noche del sábado se armó una fiesta, y a la hora de hacer pogo, no hay partidos políticos. Afuera, un grupo de militantes independientes de Río Cuarto socializa al calor de un fogón. Luego de una concurrida ronda de chistes, Martín, un estudiante de Buenos Aires, dispara su teoría de la situación: "A nosotros nos une el Che, pero nos separa la coyuntura".

Mientras se discute sobre el rol del kirchnerismo en el panorama político, otro grupo de chicos discute sobre el pasado: "Tal vez antes se creía que estábamos más cerca", reflexiona con tristeza la porteña Silvina. El riocuartense Matías responde: "En cantidad y calidad la militancia era diferente. Pero eso no quiere decir que estemos rendidos".

http://www.clarin.com/suplementos/si/2008/06/20/3-01697636.htm

miércoles, 18 de junio de 2008

Yo me pregunto...

...por qué Cristina cita a Marx? ¿Por qué se esmera en hablar igual que Evita? Y sobre todo, ¿por qué nadie se da cuenta de que es pura palabra, pura retórica de izquierda, sin la menor intención de actuar en consecuencia?

martes, 17 de junio de 2008

jueves, 12 de junio de 2008

Fotos varias




El sentido de internet



Un fantástico video usando personajes del World of Warcraft. Un auténtico cago de risa.

martes, 10 de junio de 2008

Homenaje a Víctor Jara - Te recuerdo Amanda



Te recuerdo, Amanda - Lino Straulino, Alberto Chicayban, Mariano Pino, César García, Alessandro Montello, Franco Stocco, Stefano Andreutti, Paolo Fagiolo, Fabio Beuzer

Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.

Son cinco minutos.
La vida es eterna en cinco minutos.
Suena la sirena de vuelta al trabajo,
y tú caminando, lo iluminas todo.
Los cinco minutos te hacen florecer

Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.

La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.

Que partió a la sierra.
Que nunca hizo daño. Que partió a la sierra,
y en cinco minutos quedó destrozado.
Suena la sirena, de vuelta al trabajo.
Muchos no volvieron, tampoco Manuel.

Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.

lunes, 9 de junio de 2008

Plan malvado

El otro lado

El señor Domínguez se levantó puntual con la tercer campanada del despertador. Restregándose los ojos, salió de su cama. Descalzo como siempre, fue al baño. Medio dormido entrevió la hora en el reloj del baño (7:01) mientras manoteaba distraído en el mueble el cepillo para peinarse los pelos.
Grande fue su sorpresa al encontrar que en la imagen que le devolvía su espejo no se encontró cepillándose. Desconcertado, miró con atención y descubrió que él tenía en sus manos el peine de su reflejo. El suyo estaba cómodamente apoyado sobre el estantecito bajo el espejo.
Mitad despierto y mitad dormido continuó cepillándose, mirando cómo su reflejo no le devolvía sus mismos gestos. Trató de escuchar lo que decía su reflejo, que lo miraba fijo con ojos muertos. Sus labios se movían, pero no podía oír sus palabras.
Comprendió tarde su error. Acercar la oreja al espejo y sentir como sus (sus) manos lo aferraban fuerte del cuello, fue un solo movimiento. Tratando zafarse, lo (se) golpeó con el cepillo, sin demasiado éxito. Mientras caía se aferró al caño de la bañera para tratar de mantener el equilibrio, con pésimos resultados.

Parte policial: F. Domínguez, fallecido a los ... años (...). La denuncia fue realizada por vecinos del occiso que, habiendo sentido el olor nauseabundo, dieron noticia a las autoridades. (...) En la escena de muerte se encontraron vidrios rotos del espejo, el caño de la cortina caído, las toallas en el suelo (...). Teniendo en cuenta los restos del vidrio incrustados en el talón del difunto y las marcas en su cuello, los forenses de la fuerza concluyeron que el deceso se produjo por ahorcamiento al suspenderse en la barra del sanitario, y en un último reflejo golpeó con la planta del pie el espejo, provocando así su ruptura (...).

Nota en la libreta del Cabo segundo Rodríguez: No hay explicación aún para dos elementos. Primero, cómo el caño resistió tanto tiempo el peso del cadáver. Y el segundo dilema, qué hacía el muerto con un cepillo fuertemente agarrado en su mano derecha, y sobre todo por qué se encontró un cepillo idéntico a su lado. Espero que más investigaciones arrojen más luz sobre esta incógnita.

domingo, 8 de junio de 2008

Ego

-Hernán- Pumper Nic Rock Festival /// Sil, te amo!!! dice:
voy a empezar psicólogo
Fede:"Vos no aprendiste lo que yo ya me olvide" dice:
bien ahí!
Fede:"Vos no aprendiste lo que yo ya me olvide" dice:
es menos grave de lo que nuestras trastornadas mentes creen
Fede:"Vos no aprendiste lo que yo ya me olvide" dice:
por momentos casi que es divertido
Fede:"Vos no aprendiste lo que yo ya me olvide" dice:
aaprte sirve a nuestro ego, es uan hora semanal para hablar de vos de vos y de vos
-Hernán- Pumper Nic Rock Festival /// Sil, te amo!!! dice:
nunca creí que lo fuera! (grave)
-Hernán- Pumper Nic Rock Festival /// Sil, te amo!!! dice:
jajajajaja
-Hernán- Pumper Nic Rock Festival /// Sil, te amo!!! dice:
para eso me hice un blog

sábado, 7 de junio de 2008

Crónica de una noche bizarra

(Qué verguenza, cayendo en el lugar común del título de García Márquez...)

Nada puede salir mal en una fiesta en la que:

- Estás en la fila esperando y ves que entran un power ranger (de los nuevos, pero nada es perfecto) y un pibe disfrazado de la mujer maravilla.
- Una vez adentro, mirás a tu derecha y encontrás que hay masajes descontracturantes gratis y un caricaturista por el mismo costo.
- La barra estaba un precio accesible, y por el módico precio de 12 pe (y una propina de 2, por la buena onda) te sirven un vaso de whisky hasta el tope con tres pajitas incluidas.
- Conforme va pasando la noche, vas escuchando temas de Sergio Denis, las Primas, Juan Carlos Calabró, Xuxa, etcétera.
- Tenés dos shows en vivo: el doble de Sandro... y el Teto Medina!!!
- Después de mucho saltar y cantar, pensás: "qué bueno estaría comer algo". No te preocupes: Bondiolaman viene a ayudarte (sí: es un tipo disfrazado de superhéroe con sanguches de bondiola en una fuente).
- Hacés pogo al ritmo de la marcha peronista.

Y como frutillita del postre, en la parada del 110 un flaco entró a mostrarnos un cuchillo (pobre Agus, lo sacó a quince centímetros de su cuello) y nos dice:
Flaco homicida - ¿Vos sabés lo que es que te roben siete veces en cinco días?
Yo - La verdad no.
FH - Es una mierda loco.
(A todo esto, Agus salió corriendo para City Hall de vuelta y me manda un mensaje con un detalle que tal vez no había notado: "Tiene un cuchillo, vengan para acá!")
Y - Javi (estaba cómodamente sentado en el cordón de la vereda, al lado del tipo. Después dijo: "Mah sí, me daba tanta paja levantarme que si me afanaba le daba los diez pesos que tenía y punto"), hay un kiosko allá, vamos?
J - Uy, qué paja.

José Cuchillo no nos siguió. Pedimos un tacho, y nos tocó un tachero simpático, que nos contó anécdotas de su vida sentimental y familiar, y una de un amigo suyo que de ser cierta, le darían ganas de matarse hasta al más optimista.

Y qué mejor epílogo que un panchito a las 5.15 en Malabia y Corrientes. Aspirinas x 2 y a la cama.

Ascensión (Parte 3)

Recorro tu cadera con mis labios una vez más, suavemente, para no despertarte. Trato de levantarme de la cama, ya no con tanta facilidad como antes. Mis pasos hasta el baño son lentos, y resuenan en la casa vacía, ya que nuestros hijos, como era de esperarse, se han ido. Me miro en el espejo, que refleja una casi pelada cabeza, que añora los rulos de antaño.
Vuelvo a la habitación, me siento y te veo dormida, una vez mas. Tus pelos ya no son tan negros como solían ser, al punto de que son raros aquellos que quedan de ese color original. Sin embargo, esa mirada que tuviste desde el primer día en que me enamoraste sigue estando ahí, esperando a que se cruce con la mía en ese juego eterno que jugamos nosotros dos.
Después de tantos años de pensar, con cada momento compartido, siento que la ascensión se frenó en un punto fijo, al cual no voy a poder llegar, y ahora de viejo puedo afirmar que no me va a alcanzar esta vida para lograrlo. Si está en mi destino llegar a él, tal vez en una próxima vida nos volveremos a encontrar, y una vez mas me elevarás como siempre haces con cada caricia, con cada gesto, con cada beso.
Me apoyo en el respaldo, y sabiendo que nuestra hora final está llegando, me pregunto qué habrá más allá de todo esto, si tal vez en ese piso 35 al que no pude llegar estarán las aspiraciones de amar de una manera inmortal, mas allá de tiempo y espacio, infinitamente eterno, eternamente infinito, o diversas series de palabras que indiquen que en un beso tuyo podrían vivir milenios de sentimientos.
Es así como el único temor que me queda en esta vida es el no saber si yo realmente pude satisfacer tus deseos, cumpliendo en cada momento de la mejor manera. La satisfacción que me queda es saber que hice todo lo que pude, y que si hoy, entre tus pelos ya canosos queda una mirada especial para mi, evidentemente logré mi cometido.
Veo que te das vuelta, y te despertás.
- No entendiste, no?
- Qué?
- A lo que querés llegar. Siempre lo supe, pero quería ver si había necesidad de explicártelo o podías averiguarlo por tu cuenta.
- La verdad que no lo logré, y mirá que estuve años tratando de descifrarlo...
- Vení, acostate.
Tuve que reconocer mi fracaso, mas de seis décadas tratando de encontrar algo que no pude encontrar. Me acosté al lado de ella.
Ella me besó, y agarró mi mano, y la puso en su pecho. Pude sentir sus latidos, y sentí un calor corriendo por mis venas, tornándose en un sentimiento de fusión indescriptible, al ritmo de nuestros corazones latiendo al unísono.
Abrí los ojos, maravillado. Te vi igual que aquella vez en que te reconocí mis sentimientos, con el mismo rostro, la misma ropa. Y comprendí que lo que buscaba lo tuve siempre conmigo.
Lloré, pero de alegría.
Bienvenido al paraíso.

jueves, 5 de junio de 2008

Ascensión (Parte 2)

Recorro tu cadera con mis labios una vez más, suavemente, para no despertarte. Me levanto de nuestra cama (lo suficientemente grande como para los dos), y me siento en la silla del escritorio, que me lleve para nuestra pieza. Veo tu vientre subir y bajar con cada aliento que tomás, ese vientre que ya ha cargado a dos hijos, frutos de años de amor compartido. Tu pelo negro ya no es tan negro, las canas empiezan a asomar, acechando la promesa de juventud eterna.
Una vez más pienso, en que después de todo el tiempo que pasamos juntos, nunca puedo encontrar la forma de juntar todo en una sola cosa. Ni siquiera mi guitarra eléctrica puede expresar lo que quiero decir, ni encuentro una sola canción hecha por otra persona lo suficientemente buena como para representarte a vos.
En la oficina me puse a pensar, subiendo a mi oficina del séptimo piso, y me sentí satisfecho de por lo menos comprender algo; lo que vos haces conmigo es obligarme a llegar más alto, a superarme cada día más. Es como si yo tratara de llegar al piso 35 de un edificio de 10 pisos; para mi eso sería imposible, sin embargo vos desplegás tus alas y me ayudas a subir, en esta ascensión compartida. Vas mas allá de toda limitación física, y con esa sonrisa radiante que reservas para mi me ayudas a subir, cada vez más alto, y yo con la esperanza de llegar a ese piso 35 reservado para nosotros dos; hasta que me doy cuenta de que vos podrías llegar fácilmente si no tuvieras que cargar con mi peso.
Que pasaría entonces? Llegarías a ese lugar prometido? Por mi parte, me quedaría en mi mortalidad limitada al décimo piso, mientras vería como te elevas más, y más.
Sin embargo, si hay una certeza en la vida, es que uno tiene que plantearse objetivos: el mío, es llegar a ese piso 35, en el que no se que puedo encontrar, y tampoco interesa demasiado. Lo importante de llegar ahí es la ascensión realizada, el hecho en sí de haberlo logrado.
Se me puede tildar de egoísta por plantearme un objetivo unipersonal, pero es más bien lo contrario: al verte dormida, llego a la conclusión de que tengo que ascender con vos, no por vos. Esa es la dignidad a la cual durante tantos años aspire alcanzar, la fortaleza que por tanto tiempo soñé en tener.
Te agitas en la cama, suponiendo que estoy hablando conmigo mismo, esa costumbre que tengo desde adolescentes, que venías a mi casa a escondidas, a amarnos de una forma indescriptible, a ascender juntos. Y es hoy que te tengo toda para mi, cuando se que más te necesito, y menos necesito necesitarte.
Quiero subir con vos (me acuesto al lado tuyo), quiero volar con vos (rodeo tu cuerpo con mi brazo), quiero ser lo que vos querés que sea (te acurrucas contra mi cuerpo), quiero ser...

martes, 3 de junio de 2008

Ascensión (Parte 1)

Aprovechando el éxito absoluto de mi post anterior (dos posteos para mí superan ampliamente la media), los dejo con la primer parte del cuento aquel que le escribí a la que es aún hoy el amor de mi vida, Sil. Con este cuento me había metido en el festival de cultura joven sub 18 (ja, ¿qué me decís, Clar*n?). Ella me autorizó, así que se los dejo. Son tres partes, espero sinceramente que lo disfruten (tengan en cuenta que tenía 17 años al escribir esto... noten las diferencias entre éste y lo subido ayer).

///

Recorro tu cadera con mis labios una vez más, suavemente, para no despertarte. Te dejo durmiendo en mi cama, para que aunque sea por esta noche, cuando duerma, el olor de tu cuerpo quede entre mis sábanas. Me siento en la silla de mi escritorio, y te miro dormir. Miro tu pelo negro como la noche misma, las pecas que le dan esa personalidad a tu rostro, tus ojos celestes como el cielo, que se entreabren mientras estás dormida.
Pienso en mi mismo, y me pregunto qué tendré yo que no te pueda dar otra persona, que te haga sentir especial. Entre todas las pruebas, las materias, el colegio, la locura del viaje de egresados, es hasta milagroso que pueda salir algo tan bueno de todo eso. Cuatro años de conocernos, pienso, y todavía no encuentro como decirte lo que siento. Trato de encontrar la forma, la manera, pero simplemente está mas allá de lo que puedo aspirar.
Y te confieso, ahora que estás dormida, que pensé muchísimo tiempo en una sola palabra u oración que junte todo lo que siento por vos, o aunque sea en una sola canción (mi guitarra duerme en el placard), o un “algo”. Evidentemente a donde yo quiero llegar no voy a poder llegar, por el momento.
Hay momentos en los que pienso por qué quiero pensar esto, que me debería contentar con tenerte dormida en mi cama (que dicho sea de paso, es hasta casi chica para los dos), con tener alguien en quien pensar en las noches, con poder respirar el aire que dejás, pero pareciera que a mi inconsciente eso no lo conforma; es como una necesidad de búsqueda constante.
Es una cualidad o un defecto, depende del punto de vista, eso de buscar algo que posiblemente no vaya a encontrar. Pero me ilusioné desde el momento en que tus ojos brillaron por mi, en que por primera vez te abracé de una forma distinta a la que lo haría cualquiera, y extrañamente conseguí mi cometido, lograr que estés conmigo.
Me tiro contra el respaldo de la silla, y por un instante se me cruzan por la cabeza las pruebas que tenemos, los profesores que no me aprecian del todo (algunos por merito propio, otros no), y pienso si aunque sea por una vez voy a tener la paz suficiente como para acostarme al lado tuyo sintiéndome digno de vos, sin tener ese cachito de culpa de esperar al día anterior para ponerme a estudiar, ni el miedo a que en el último día de clases un profesor me redondee para abajo y termine pasándola mal, ni el temor (infundado, seguramente, el tiempo lo dirá) de que en la facultad las cosas cambien para vos y para mi...
Pero simplemente, por hoy aunque sea, termino la búsqueda (definitivamente estoy desquiciado, hablo solo), y me acuesto al lado tuyo, a respirar de tu piel, y a sentirte mía, por lo menos por hoy...

lunes, 2 de junio de 2008

Medianera

- Mar...
- Si me vas a venir con otra cita de Douglas Adams...
- Te juro que esta vale la pena.
- Más te vale.
- Dice, refiriendose a la creación del pez babel, un animal que, metido en el cerebro, traduce todos los idiomas.
- Este tipo miró mucho Star Trek, ¿no?
- Callate. "Pero es una coincidencia extrañamente improbable el hecho de que algo tan impresionantemente útil pueda haber evolucionado por pura casualidad, y algunos pensadores han decidido considerarlo como la prueba definitiva e irrefutable de la no existencia de Dios.
»Su argumento es más o menos el siguiente:
«Me niego a demostrar que existo», dice Dios, «porque la demostración anula la fe, y sin fe no soy nada».
«Pero», dice el hombre, «el pez Babel es una revelación brusca, ¿no es así? No puede haber evolucionado al azar. Demuestra que Vos existís, y por lo tanto, según Vuestros propios argumentos, Vos no. Quod erat demonstrandum».
«¡Válgame Dios!», dice Dios, «no había pensado en eso», y súbitamente desaparece en un soplo de lógica.
«Bueno, eso era fácil», dice el hombre, que vuelve a hacer lo mismo para demostrar que lo negro es blanco y resulta muerto al cruzar el siguiente paso cebra."
- Bueno, te reconozco que es bueno.
Lucía le da una cuarta seca al porro. Se incorpora ligeramente sobre su cuerpo, se apoya en el codo, queda acostada sobre su brazo derecho. Se acerca a un centímetro de la boca de María, y exhalándole el humo en la cara: "Te lo dije".
Ella se vuelve a acostar, como es costumbre, tocando cabeza con cabeza con su hermana que no es su hermana. La terraza no está tan fría como podría, y la cerveza no está tan fría como debería. Pero la noche está tan estrellada como Buenos Aires permite.
- Lu.
- Qué.
- ¿Cuántas probabilidades hay de que haya otras dos minas como nosotras preguntándose en una terraza de un edificio de una ciudad si existe Dios?
- Estudio arquitectura, no filosofía.
- Andá a cagar.
No había necesidad. A Lucía no le gustaba reprimirse nada: si hubiera tenido que cagar, habría ido hace rato. Pensó por un segundo que tenía frio. Después de todo, estar casi desnuda en una terraza en pleno junio podía considerarse casi suicida. Pero las dos tenían esa saludable costumbre y no la iban a tirar abajo por un vientito de mierda.
María empieza a acariciarse el cuerpo, sintiendo sus pelos erizados por el frío. Se da vuelta, se acurruca al cuerpo de Lucía. Sus cuerpos semi desnudos se tocan, se pegan los labios muy cerca una de la otra. Mirándose fijo, y como si estuvieran unidas por un breve instante, las dos dicen al unísono:
- Necesito un tipo.
Luego de las carcajadas obvias, se ponen las dos de pie. Ya estaban más allá de toda conexión sexual. La vida las había encontrado, enfrentado y vuelto a encontrar más veces de las que se podían contar en esa noche de nubes, porro y cerveza.
Caminan sin demasiada prisa hacia donde dejaron sus respectivas vestimentas. Para borrar la evidencia, repiten el ritual de tirar la cerveza restante hacia la calle, asomándose con cuidado de que no pase nadie. Sólo una vez se les dio por tirárselo a alguien, sin resultados demasiado positivos.
María abrió la puerta de la terraza y ambas fueron a su departamento, el 4°C. En pantuflas, Lucía se lavó los dientes y fue a su cama, a sabiendas de que María seguramente se quedaría mirando una película, como siempre que hacían estas charlas de fin de domingo.
Sobresaltada y entre sueños, Lucía se avivó de que había dejado el libro de Adams en la terraza. Puteando en idiomas que no conocía del todo abandonó la cama, se puso un jogging, un buzo y las pantuflas, y salió del cuarto calefaccionado.
Para su sorpresa, el reloj decía que habían pasado cuarenta y cinco minutos desde que se había ido a dormir. La vio a María, como era habitual, dormida acurrucada en el sofá, arrullada por la voz del locutor de Discovery Channel. Su pelo largo le cubría la mitad de la cara, y tenía la remera con manchas de baba: la costumbre de dormir con la boca abierta. Sonrió, y siguió su camino. La experiencia le indicaba que despertarla no era lo más prudente, ya que después no conciliaría el sueño.
Llamó el ascensor, esperó aterida en los huesos. Subió, y se vio en el espejo. El pelo corto, como de varón, según dice su madre. Las ojeras, por tanto estudiar y trabajar, dice su padre. Sus ojos celestes y sus pecas como estrellas, según habían dicho muchos de sus novios. Palabras vacías, a esa altura.
El golpe seco del ascensor la terminó de despertar. Encaró las escaleras que conducían a la terraza. Abrió la puerta. Escuchó un ruido sordo (si es que eso tiene sentido). Con cautela fue hacia la parte en que estaban tiradas. Si no hubiera fumado, piensa.
- La primera
Quémier
- vez que vi
dahayal
- a Hara Kei
guienmevan
- llevaba una
amatar
- tunica oscura,
perono
- estaba sentado con las piernas cruzadas, inmóvil, en una
meinspiramiedo
- esquina del cuarto. Extendida a su lado, con la cabeza apoyada en su regazo, había una muchacha.
tienelindavozlástimaque
- Sus ojos no tenían un aspecto oriental, y su rostro era el de una chiquilla.
nolopuedodistinguir
- Baldabiou estuvo oyendo, en silencio, hasta el final, hasta el tren de Eberfeld. No pensaba nada. Escuchaba.
susrasgosperoestásentado
- Le hizo daño oír, al final, que Hervé Joncour dijera quedo: "Nunca oí ni siquiera su voz".
sobrelamedianerasevaairalcarajo
- Y después de una pausa: "Es un dolor extraño".
tieneunavozhermosacomodelocutoroalgoasiperoporquenomepuedomover
- Dijo, quedo: "Morir de nostalgia por algo que no vivirás jamás".
El muchacho cerró el libro. Luego de un instante, sólo se escuchaba el viento. Ninguno de los dos se animaba a decir nada, sólo a mirarse. El primero en romper el hielo fue él. Se bajó de la medianera en la que estaba sentado, y cuando sus pies tocaron el suelo ella no pudo contener un gemido. Él caminó despacio, sereno. La noche todavía le amparaba los rasgos y se los cubría de los ojos inquisidores de Lucía. "No hables", dijo, y más que un decir fue una orden que atravesó de lado a lado a Lucía. Se quedó aún más petrificada. "No te preocupes que no te voy a hacer nada", dijo caminando lentamente hacia ella. Se le notaba un terror juguetón en los ojos. En los de ambos.
Repentinamente él frenó. Se agachó y levantó el libro de Douglas Adams y en su lugar dejó el libro que estaba leyendo. Sin decir más, dio media vuelta y se trepó a la medianera.
- Ya nos vamos a ver de nuevo.
Saltó con ímpetu hacia el vacío y desapareció, entre ruidos de metal. Luego de unos segundos, Lucía recuperó el control de su cuerpo y corrió hacia la medianera, pensando aterrada en que vería un cadáver en el suelo. Para su sorpresa, no sólo no lo encontró, sino que vio a unos treinta centímetros para adelante una escalera en una pared que subía a una terraza más alta, que aún temblaba por el rápido ascenso del visitador. Mirando para arriba, Lucía vio que habría por lo menos tres pisos más.
Fue a buscar el libro. "Seda", de Alessandro Baricco. Lo abrió. En la primera página decía: "Este es mi préstamo semanal. Así como llegué me voy, con un salto en la noche. Voy a volver la semana que viene a devolverte tu libro, espero que me devuelvas el mio. Si no lo hacés, sabré que no te interesa esto y no te volveré a molestar".
Lucía se deslizó contra la pared, ahora que la adrenalina había dejado de fluir por sus venas. Cerró los ojos y sonrió. Abrazó el libro contra su cuerpo. "Mañana tengo que laburar". Salió de la terraza, cerrando la puerta con llave. Mañana será otro día.

sábado, 31 de mayo de 2008

Si Evita viviera...


...sería metalera.
Marcha Peronista Metal.mp3 -

No sé quién es el genio que lo hizo, si alguien lo sabe que me avise, por favor.

jueves, 29 de mayo de 2008

Sentíte como en casa (casi que lo estás...)



PD: Pero si estás iguaaaaaaaaaaal!!!

Créditos: Andy, mi estimado compañero.

Gracias Julio



"No es culpa tuya no haber podido escribir lo que yo tampoco soy capaz de tocar. Cuando dices por ahí que mi verdadera biografía está en mis discos, yo sé que lo crees de verdad, y además suena muy bien, pero no es así. Y si yo mismo no he sabido tocar como debía, tocar lo que de veras soy... ya ves que no se te pueden pedir milagros, Bruno..."

"Me pareció... pero hay que ser idiota... me pareció que algún día iba a encontrar otra cosa. No estaba satisfecho, pensaba que las cosas buenas (...) eran como trampas para ratones. Trampas para que uno se conforme y diga que todo está bien. (...) Yo tenía mi saxo, y mi sexo, como dice tu libro. Todo lo que hacía falta (...). No puede ser que estemos tan cerca, tan cerca del otro lado de la puerta..."

"Bruno... yo me voy a morir sin haber encontrado... sin..."

"No acepto a tu dios. (...) Y si realmente está del otro lado de la puerta, maldito si me importa. No tiene ningún merito pasar al otro lado porque él te abra la puerta. Desfondarla a patadas, eso sí. Romperla a puñetazos, eyacular contra la puerta, mear un día entero contra la puerta. Aquella vez en Nueva York yo creo que abrí la puerta con mi música, hasta que tuve que parar y entonces el maldito me la cerró en la cara nada más que porque no le voy a rezar nunca, porque le he rezado nunca..."

Julio Cortázar - El perseguidor (Las Armas Secretas, 1959)

///

Gracias por decir lo que yo no sabía cómo decir. De todas formas, basta de leerme a mí: escúchenlo al maestro. Con ustedes, Julio Cortázar.

El perseguidor (fragmento) - Julio Cortázar

miércoles, 28 de mayo de 2008

Galeano: "Importa más alimentar autos que personas"

Presenta su libro “Espejos. Una historia casi universal”

Galeano: “Importa más alimentar autos que personas”

Preocupado por la ecología, el escritor uruguayo se quejó de “la maldición del monocultivo” en nombre del “sacrosanto automóvil”. Habló de su última publicación, una historia de “despreciados”.

Los libros nacen cuando de verdad han crecido dentro, como en el embarazo de las mujeres, asegura el escritor uruguayo Eduardo Galeano. Así fue con Espejos. Una historia casi universal, que se propone nada menos que contar la historia de la humanidad, pero además desde el lado "de los que no salieron en la foto".

"Uno siente que un libro le anda dentro como un niño en el cuerpo de una mujer. Y en ese sentido yo siempre digo que los libros me escriben, ellos son los que me dictan lo que quieren ser", explica Galeano a la agencia de noticias dpa en una mañana nubosa de mayo, en medio de su gira para presentarlo en España. Al comienzo fue una idea difusa, pero "el libro se fue armando a sí mismo, de un modo al principio un poco loco, incoherente. Después fue logrando un ritmo interno que hace que salte de un tiempo a otro y de un lugar del mapa a otro con libertad, pero no una libertad enemiga de la lectura".

De hecho, no existe confusión para el lector, sino que éste se ve conducido por "un hilo tenue, como invisible" de unos personajes a los demás en los más de 600 microrrelatos. "Cuando uno se mira al espejo, uno cree que se mira y ahí está el principio y fin del espejo, pero en realidad los espejos tienen una enorme cantidad de caras previas que han estado allí y que quisieran seguir estando", señala el autor de Memorias del fuego con respecto al título. "El espejo nos devuelve a los que no salieron en la foto, y son los que en el libro me tocaron el hombro y me dijeron: yo quiero estar ahí".

Los protagonistas, como es habitual en las obras de Galeano -quien vivió exiliado en Argentina y en la costa catalana en los años 70, durante las dictaduras militares del Cono Sur- son los "excluidos, los nadies, los pobres, las mujeres, los negros y otras culturas del sur del mundo que fueron despreciadas". Ellos dan vida a historias que pasaron pero que han sido olvidadas, o se conocen muy poco. Y que surgen "de la certeza de que el arco iris terrestre es más colorido que el arco iris celeste, y que ha sido mutilado. Mutilado por ejemplo por el machismo, que suprimió a la mitad de la humanidad, a las mujeres. Y que condenó la diversidad sexual. Y por el racismo, que partió de un olvido interesado: se olvida de que somos todos africanos emigrados". "Los humanitos venimos todos del Africa, desde los blancos blanquísimos hasta los negros retintos, y los que no vivimos en el Africa somos todos africanos de origen, emigrados. Los pueblos se lanzaron a la conquista del mundo cuando no se exigía más pasaporte que las piernas caminantes", subraya.

En ese sentido, califica de "paradoja reveladora" lo que ocurre ahora en Europa, con el endurecimiento de las legislaciones contra los inmigrantes, a los que se equipara con delincuentes. "Europa derramó población sobre el mundo entero, sin inconveniente ninguno, y lo hizo en nombre de Dios al principio y después en nombre de la civilización y el progreso". "Pero ahora ocurre la invasión de los invadidos, y el norte no puede quejarse de las consecuencias de sus actos, porque organizó un mundo donde hay una inmensa cantidad de desesperados. Nadie emigra porque quiere. Lo hacen corridos por el hambre, la sequía, por las guerras, por el desamparo. Y en vano golpean a las puertas que se cierran en sus narices. Yo digo que es una paradoja reveladora porque este mundo predica la libertad del dinero, pero practica la prisión de las personas".

Cuando no estaba de moda hacerlo, Galeano hablaba ya de la defensa del medio ambiente, en libros como Uselo y tírelo. Cree ahora que en los últimos tiempos se ha avanzado algo, pero que aún estamos lejos de haber recuperado "la primitiva sabiduría de algunas culturas que supieron vivir en comunión con la naturaleza". Eso se ve en el hecho de que "el mundo esté ahora pendiente de cómo alimentar a los automóviles, cuando el mundo está lleno de seres humanos con hambre. Y que para alimentar a los automóviles vuelva otra vez la maldición del monocultivo en los cañaverales o en la soja, en nombre del sacrosanto automóvil, que es el rey de los reyes, porque el miembro más importante de la familia duerme en el garaje", denuncia.

Pero pese a ello ocurren cosas positivas, como en la nueva Constitución de Ecuador, una noticia que no ve recogida en ningún medio. "Por primera vez en la historia de la humanidad", a la naturaleza se la considera en el texto como sujeto de derecho. "La naturaleza siempre fue objeto de propiedad, pero no sujeto de derecho. Y es la primera vez que se reconoce que tiene derechos propios y que es obligación de los Estados defender esos derechos, que son de la naturaleza, porque nosotros somos parte de ella, pero ella llega mucho más allá de nosotros".


///

Fuente: http://www.perfil.com/contenidos/2008/05/27/noticia_0020.html
(mirá qué tal Perfil, eh...)

Mikael Akerfeldt con Dream Theater



///

Oh sí, cabecismo a full. Repentance, un temón cantado por este groso, lástima que no está el video completo. Malditos yanquis, los odio.

Virus

Está bien que la internet de Clarín no anda bien (y eso que provee banda ancha!!!), que no te deja entrar a un montón de páginas, que el MSN deja de andar a cada dos minutos, que el internet se te tilda... pero de ahí a esto, ya hay un abismo.

lunes, 26 de mayo de 2008

Pero que hizo mucho, no se puede negar...

Audio original, fotos artesanales. Lo encontré por ahí... vamos todos!!
///


PD: Es recomendable tocarse o el seno o el testículo izquierdo recitando "Pugliese, Pugliese" luego de ver esto.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Los extremos se tocan

Estuve buscando este video mucho tiempo. Es una de las mejores críticas de Los Simpsons a lo que los yanquis consideran sus enemigos. Para verlo una y otra vez.

///

martes, 20 de mayo de 2008

Tilcara: Patrimonio privado de la humanidad con papeles

Estimados Amigos de Red Latina Sin Fronteras:

Mi nombre es Luis Fernando Cabrera, soy tilcareño y estoy muy
preocupado por lo que nos está pasando. Desde que se declaró
Patrimonio de la Humanidad,Tilcara está sometida a este despojo de
tierra, ya nada es como antes.

En estos últimos días aparecieron Gringos, con papeles de compra y
venta de Tierras, están usurpando lugares que siempre nos
pertenecieron, aduciendo que son de ellos, sacando a gente humilde sin
piedad, son tierras con historia, con más de 500 años que fueron
nuestras.

Hoy todos extraños están ocupando Tilcara, construyendo hoteles, la
inseguridad está creciendo, ya no podemos salir a la calle, no
podemos dejar las puertas abiertas, como siempre lo hacíamos....

Gente que vivió toda su vida sembrando, criando ovejas, hoy está
siendo desalojada por gringos con plata que con un papel de Compra y
Venta falso, nos quieren quitar lo poco que nos pertenece. Los
Tilcareños necesitamos ayuda, que se investigue todo esto, ya no
aguantamos más, queremos que se vaya toda esta gente extraña. Les pido
encarecidamente y con el corazón humilde que tenemos, nos ayuden..
Nosotros no podemos hacer nada contra este aparato más poderoso que
nuestra simpleza de ser tilcareños.



Estos son algunos de los datos graves y preocupantes:
- Sabina Gregorio, Albina Gregorio, Leonarda Gregorio de Alfarcito,
Terrazas de Cultivo legada por los incas, están siendo despojadas por
la Familia Alvarez Prado (Terratenientes).
- Calle Sorpresa de Tilcara Familia Flores Olmos, despojada por
Alvarez Prado, después de 85 Años de Mantener una Tierra.
- Comunidad Aborigen de Villa Florida están siendo despojados por
Zambrano (Gente Extraña).
- Comunidad del Huasamayo ya fueron despojadas varias familias y hoy
nos quitan la Cancha de Fútbol donde juegan 600 deportistas del
pueblo.
- Club Atlético Terry despojado de una tierra para el deporte por
personas desconocidas que compraron en esta semana estas tierras quien
sabe a quien y el 9 de mayo fueron alambradas y cercadas.
- Barrio Usina, Familias enteras que están siendo despojadas de sus
tierras por terceros.
- Todos estos vienen con papeles de la ciudad. ¿Qué podemos hacer? Ya
no hay justicia para nosotros. ¿Qué pasará mañana en Tilcara? Toda
esta gente nos maltrata con palabras tales como: Coyas, Negros
sucios, etc. Palabras irreproducibles.

Gracias por Difundir esta grave preocupación.
Un Abrazo enorme y un sincero saludo desde Tilcara - Jujuy - Argentina.

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Esto me llegó hoy. Vale la difusión para que no terminen de arruinar
ese pequeño paraíso jujeño.

Trenes para todos



Creo que garpa el proyecto. Muestra cómo con la misma tarasca que planean invertir en el tren bala se puede dejar a nuevo e incluso ampliar toda la red ferroviaria nacional. Vamos Pino, ex kirchnerista viejo y peludo nomá!

lunes, 19 de mayo de 2008

Y no me vuelvan a decir terco

Un matrimonio marplatense permanece desde este sábado dentro de su camioneta por negarse a pagar la multa tras un control de alcoholemia.

La camioneta fue "secuestrada" este sábado por inspectores de tránsito de Mar del Plata al advertir, tras un control de alcoholemia, que el conductor tenía 0.8 gramos de alcohol en sangre, superior al máximo permitido, informa la agencia DyN.

Para sorpresa del personal de la Dirección de Tránsito, el matrimonio se negó a bajar del auto por no estar de acuerdo a que se lo llevara la grúa. Así, un inspector municipal tuvo que conducir el vehículo, junto al dueño como copiloto y su mujer detrás, hasta el playón de la Secretaría de Tránsito.

Allí están desde el sábado, siempre dentro del auto, y sólo se bajan a comprar alimentos. Hasta el momento se niegan a pagar la multa, lo único que les permite retirar el vehículo del playón ubicado en la avenida Luro casi España.

El secretario de Gobierno de la comuna, Juan Guiñazú, señaló a Radio Brisas de Mar del Plata que "la ley es absolutamente clara cuando establece que una persona con un nivel punitivo de alcohol en sangre no puede conducir", consigna DyN. Determinante, aseguró que "hasta tanto no pague la multa en el Juzgado de Faltas, no podrá retirar la camioneta".
 
 
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Increíble! Mah' que campo vs gobierno, esto es una verdadera lucha para ver quién da primero el brazo a torcer!

domingo, 18 de mayo de 2008

miércoles, 14 de mayo de 2008

d e c o n s t r u c c i ó n /// 2 - Audición

"Omnipresence would demand omniabsence..."
Animae Partus (I Am) - Pain of Salvation

Caigo de la nada, aterrizo en mi cuerpo, recobro la conciencia.

Through her Eyes, de Dream Theater. El crujido de la cama, mis movimientos. Se apaga la música. Los botones, el crujido de la cama.
Through her Eyes, de Dream Theater. El crujido de la cama, mis movimientos. Se apaga la música. Los botones, el crujido de la cama más intenso. El retumbar de mis talones contra el piso. El chirrido de la puerta. El deslizarse de la cortina por la barra. El agua que cae.
Ese sonido raro que se escucha al frotarse la cabeza. Se calla el agua. El deslizarse de la cortina por la barra. El roce de la toalla contra mi cuerpo. Mis pasos. El cierre del pantalón, el tintineo del cinturón. La remera que pasa por mi cabeza.
El tintineo de las llaves.

Música.
Música.
Música.
El ruido de la Avenida Corrientes.
Música.
Música.
La gente en el subte, el griterío.
Música.
La sirena del subte.
Música.
Música.
Música.
La gente en Constitución.
Música.
Música.

Los pasos por la escalera. La puerta que se abre. Saludosatodosbuenosdíasquétaltodobienvosyo biengracias.

Las teclas. El repiqueteo de las teclas. Pedidosdefotosdenotasreclamosllamadosarreglosediciones. El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El agua contra la botella. El chorro contra el mingitorio. El agua que corre.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El agua contra la botella. El chorro contra el mingitorio. El agua que corre.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.
El repiqueteo de las teclas, las teclas.

Buenosiestátodobienmevoyairyendositodobiencualquiercosallamamesi
acordatedetenerlistalanotaparamañanacualquiercosalochequeamosbien
nosvemosmañanachauchau.

Mis pasos contra las escaleras.
Música.
Música.
Música.
Música.
Un peso por favor.
Música.
Música.
Música.
Música.
Música.
El timbre.
Música.
La llave que golpea en la cerradura de la puerta de mi casa.

Observaciones pictóricas

Corran, caballitos!


Far West siglo XXI


Partido al medio


Mirando las luces

d e c o n s t r u c c i ó n /// 1 - Visión

"Omnipresence would demand omniabsence..."
Animae Partus (I Am) - Pain of Salvation

Caigo de la nada, aterrizo en mi cuerpo, recobro la conciencia.

Se disipa la oscuridad. Un techo. Una pared con una mancha roja. Mi celular. La hora. Los botones. Cambia la hora. Vuelvo a dejar de ver.
Se rearma y se va la oscuridad. Las lagañas me impiden ver bien. Esquivo la guitarra que me bloquea el camino. Paredes vacías.
Un baño, la canilla, agua. La cortina se corre.
Shampú, crema de enjuague, jabón, un cepillo. Una toalla, cierro la canilla.
Las mismas paredes. Ropa probablemente usada.
Un celular, la billetera, el mp3, los auriculares, las llaves, la puerta, las escaleras, la puerta.

El sol.

Las baldosas, el árbol en la puerta. El laverap, el kiosko, la esquina. Camargo. Colectivos, autos, gente. El colegio. Gente, gente, gente. Acevedo. Gente. A ver si vienen los bondis. Corrientes. Muchos autos, muchos colectivos, mucha pero mucha gente. El semáforo. El banco. La boca del subte. Las escaleras, la billetera, los molinetes, el subte.

Algún libro.

Mucha gente. Pero mucha.

Manadas de gente que suben y bajan. Carlos Pellegrini. Escaleras. El andén de la D. Escaleras. El andén de la C. El subte. Manadas de gente que suben y bajan. Constitución. Un hormiguero de gente. Superficie otra vez.

El sol.

Muchos colectivos. La autopista. Los faroles. Las calles. La pared de ladrillos. Una puerta.

Una escalera. Otra. Una oficina. Personas. Una silla, una computadora.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
El tanque de agua, el baño.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
El tanque de agua, el baño.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
Un monitor.
El reloj.
Un monitor.
La puerta.

La noche.

La calle, menos gente. La autopista. Un hangar. Una parada. Un colectivo, el 65. Una moneda de un peso, un boleto. Un asiento. El libro.

El reloj. El barrio. La puerta del colectivo. Camargo. La puerta de mi casa.

martes, 13 de mayo de 2008

Bruno (por Osvaldo Bayer)

Contratapa escrita por Osvaldo Bayer el sábado pasado. Desde acá, todos mis respetos hacia él, que seguramente no va a leer este blog.
Leanlo ustedes, y reflexionen un poco.
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Bruno
Por Osvaldo Bayer

Treviso (norte de Italia). Camino por el Prato di Fiera, hay aire de primavera aquí. Ya hay flores. Me vienen los recuerdos del sábado pasado. Uno de los momentos más increíbles de mi vida. En la Feria del Libro de Buenos Aires presentamos Carcoveando, un libro de relatos escritos por chicos de la villa de emergencia De la Cárcova, sí, la villa de José León Suárez, que esta ahí nomás, cercana a los basurales de la "Operación Masacre" descripta por nuestro querido Rodolfo Walsh. Sí, los chicos de una de las villas más carecientes, de esa escuela que tiene setecientos alumnos y no cuenta siquiera con un teléfono, fueron capaces de escribir un libro donde se mezclan las fantasías más inesperadas con las realidades fotográficas de la vida diaria. ¿La idea? De Claudia y Myriam, dos maestras de allí que los empujaron, los tomaron de la mano, les mostraron otros horizontes, los sacaron de la vida diaria de la villa y los llevaron al bosque de las ideas, a las alturas de los sueños y a la realidad de que ellos también saben expresar en palabras. Myriam y Claudia, sí, con chicos de ojos brillantes como estrellas y piel morena como la tierra. En la Feria del Libro. Dije allí que el ser humano nunca se va a dar por vencido y va a crear poesía donde los fusiles sólo quisieron la muerte como siempre. En aquel escenario de la masacre comenzaron a brotar las semillas pese a la muerte, al fuego, al egoísmo y los preconceptos. Y de la Feria del Libro, estos autores jóvenes como el amanecer irán "carcoveando" el 5 de junio al salón Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional. Cuando se entere Borges va a murmurar: "la fantasía se ha adueñado del Barrio Norte". Y hubiera escrito un cuento: "Los pibes de la esquina celeste".

Pero de la alegría de lo justo a la profunda tristeza de lo inexplicable. En la madrugada del lunes el llamado: ha muerto Bruno.

Levanto la cabeza. Miro los libros, que me observan en la eterna espera. Los lápices, las hojas en blanco. Ha muerto Bruno, a los veinte años. Veo que hay apenas tres o cuatro hojas escritas. Con frases para el futuro, planes, sueños. Me levanto; sólo puedo insistir, no me rindo. Ya sólo me queda regar las plantas, que me observan, siempre más verdes.

Estoy ya en Treviso, camino por el Prato di Fiera. Todo esto lo vio adolescente a Bruno. El joven increíble que leía, discutía, soñaba y proyectaba. Era el libertario soñado por la utopía. Entusiasta, hacedor, con ganas de meter la vida en todo. También en las sociedades pacatas de intereses y codazos. Sí, él eligió el secundario "científico" y no el humanista aunque solo no podía salvar el mundo y necesitaba para hacerlo el pensamiento humanista. Esa búsqueda lo hizo abandonar sus estudios por un breve tiempo y dedicarse a recorrer Europa para conocer la vida. Lo vieron muchos llegar con miles de jóvenes a Heiligendamm, en Alemania, a protestar contra la reunión de los Ocho, el G-8, de los que manejan el mundo. Lo vieron a Bruno, en el momento en que avanzaban más de 800 policías y soldados contra la protesta juvenil, él, Bruno, en ese momento les salió al encuentro y sin ninguna defensa les gritó a los uniformados –pleno de humor y desprecio– esa palabra italiana que lo dice todo: vaffanculo. Todos se quedaron perplejos ante la valentía de ese muchacho con aire de poeta. Lo hubieran podido destrozar. Pero él se quedó inmutable, sonriente, demostrando que la decisión de un ser humano puede ser más digna y tenaz que mil gatillos y corazas. Esa palabra vaffanculo tendría que utilizarse en cada manifestación popular contra la represión del poder.

Después Bruno recorrió diversos países trabajando en las más humildes labores para ganarse la vida y para conocerla bien desde abajo. Ya en Treviso iba a recibir la injusticia bruta. Los cabezas rapadas fascistas lo iban a sorprender a él y a un amigo y los golpearon con ferocidad. Poco después se iba a repetir lo mismo en una plaza.

Luego reinició sus estudios pero no ya en Treviso, una ciudad cada vez más derechizada donde se vive un constante racismo contra los trabajadores extranjeros. Reinició sus estudios en Trieste, una ciudad distinta, con una población más internacionalizada. Para él fue una nueva vida. Uno de sus amigos lo describe así: "Era un placer ver a Bruno cuando estaba presente. Siempre demostraba alegría. Era inteligente, simpático, hablaba cuatro idiomas, músico, tolerante y amante de la libertad".

Esa cualidad de amar la libertad iba a ser fatal para él en esa Italia que marchaba hacia el Berlusconismo. Su último viaje fue a Berlín, como intérprete del alemán ante sus propios colegas de estudio y sus profesores. Allí se sentía en el centro del mundo, por la historia de esa ciudad de la historia de la crueldad máxima del nazismo, pero al mismo tiempo, ciudad de la revolución de los obreros, soldados y campesinos del '19, con Rosa Luxemburgo, ese ser increíblemente justo y noble, asesinada a culatazos por los esbirros del poder.

De regreso lo esperaba el Norte de Italia con su irreversible retorno a la derecha. El triunfo de Berlusconi y sus aliados fue aplastante. El neofascismo volvió a salir a la calle. Bruno no comprendió cómo en Italia, que había dado tantos pensadores pacifistas que aconsejaban como única salida futura la paz, la sociedad cayera en un racismo tan desnudo y eligiera como líder máximo a un todopoderoso, representante del capitalismo más descarnado. El diario alemán Suddeutsche Zeitung tituló: "Paliza mortal". Simplemente así: "La extrema derecha italiana no pone ningún límite a sus excesos. Italia teme una nueva ola de violencia política". E informa la muerte a trompadas y patadas del joven Nicola Tommasoli a manos de cinco miembros de la juventud neofascista. Lo mataron porque sí. Ocurrió esto en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta. "La ciudad del amor –dice el diario– que se ha convertido en símbolo del miedo que transita por las calles italianas." "El miedo ante el odio, la intolerancia, la decadencia social", explica en sus columnas y prosigue el diario: "Se puede sentir la inseguridad en todas las grandes ciudades italianas, en los míseros barrios pobres de los inmigrantes en las orillas romanas del Tíber, en las orgías alcohólicas en las calles que rodean a la Universidad de Bolonia, y los video-celulares de torturas sadistas entre estudiantes, todo esto hace temer la decadencia italiana." Para eso, más seguridad, más policía, más Berlusconi. El mismo diario alemán sostiene que "en Italia reina un clima cultural y político en el que florece el odio y la intolerancia con los más débiles". Ni pobres ni extranjeros es la divisa como si ellos fueran los culpables y no el sistema.

El diario italiano La Repubblica denuncia que el creciente neofascismo tiene como lema: "Caza al distinto" y publica fotos escalofriantes con jóvenes con carteles: "Veneto Fronte", "Skinheads" y con banderas fascistas con símbolos de imitación de la cruz svástica. Muchos de ellos son fans de clubes de fútbol. Se dicen herederos de los legionarios romanos y son apasionados por el boxeo. El diario La Tribuna titula el 7 de mayo "Alarma negra". Cruces svásticas, cruces celtas, cabezas rapadas... Lo curioso –o no– es que la mayoría de los neofascistas proviene de escuelas católicas.

Todo este clima fue determinante para Bruno, que no podía comprender la violencia. Estos hechos fueron minando su optimismo y cayó en la melancolía de que tal vez, pese a toda la lucha de parte de la humanidad, es ya imposible de lograr el Paraíso en la Tierra que él soñaba.

Tal vez, si Bruno hubiera conversado con las maestras Claudia y Myriam de la villa de José León Suárez habría desistido de su última voluntad.

Esto fue lo último que Bruno escribió a sus amigos, esta poesía de Hermann Hesse. Que lo dice todo. Todo lo que él nos quiso decir en su adiós.

Noche en vela

Porque no duermes...
Aquello que quieres
decirme en esta hora
¡no lo digas!
–mira abajo el fondo del lago
–que se vuelve oscuro
–y cómo se persiguen las nubes
–reflejándose en el negro terciopelo
¡No lo digas!
Esta es una mala noche
lo sé,
en esta hora aflora
en lo profundo de tu pecho
todo aquello que te apremia.
¡No lo preguntes!
De tu boca aparece
ahora la palabra que te hace infeliz
¡No la digas!
Esta es una mala noche
me lo dirás mañana.
No lo sabemos
quizás, tal vez...
mañana todo será milagrosamente fácil,
esto que ningún corazón puede soportar,
esto que hoy me hace tan infeliz.
¡No lo preguntes!
Esta es una mala noche.

Bruno era mi nieto.