lunes, 30 de junio de 2008

¿Y si devolvemos la copa?

Artículo de Pablo Llonto, ex periodista de Clarín, autor de "La Noble
Ernestina", y más. Esta es una colaboración con la agencia de
comunicación Rodolfo Walsh.

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No es una historia más de la dictadura. Aunque parezca un Mundial de
Fútbol, lo ocurrido en junio de 1978 es una sombra que se desliza por
todos los hogares argentinos. Es curioso. Casi no existen símbolos en
las ciudades que recuerden aquella Copa. Dicen que en algún pueblo del
Norte un hotel aún lleva el nombre "Mundial 78". En Buenos Aires,
cuesta hallar un gauchito, un poster de los campeones. Que les
pregunten a los jugadores del seleccionado que capitaneaba Passarella
cuánto tiempo tendrá que transcurrir para que no sientan la condena
que acompaña cada reportaje sobre 1978. Ni toda el agua bendita del
mundo alcanzará para lavar las culpas de un hecho deportivo que a
todos nos parece intragable.

En pocos días se jugará en River "La otra final, el partido por la
vida y los derechos humanos". Será el 29 de junio. El instituto
"Espacio para la memoria" intentará que el match entre futbolistas de
hoy vs. Estrellas de ayer sea "un evento que permitirá difundir lo que
se intentó tapar con el fútbol en la Argentina de la dictadura
militar: los campos de concentración como la ESMA, que funcionó a
pocas cuadras del estadio de River, y las denuncias que se hacían en
el exterior por violaciones a los derechos humanos".

Si el país decidiera prestarle atención a este encuentro, podríamos
hablar del inicio de un reconocimiento colectivo que buena falta nos
hace. El fútbol y sus dirigentes y protagonistas (con las excepciones
del caso) jamás le pidieron perdón a los desaparecidos. Que tres
décadas después tengamos la fortuna de escuchar las primeras voces
sobre el tema estará bueno.

Pero que se nos permita una duda. O más.

¿Pedirá perdón Julio Humberto Grondona el presidente de la AFA desde
1979, que un año antes era el tesorero de la Asociación durante los
tiempos de la canilla libre de dólares?

¿Pedirá disculpas la Editorial Atlántida por la triste carta inventada
al capitán de la selección holandesa en la que el jugador le decía a
su hija que de los fusiles de los soldados argentinos salían flores?

¿Hará un acto de contrición el entrenador Menotti por no haber
aprovechado su momento de gloria para repudiar a los militares?

¿Deplorarán los dueños de los medios de comunicación sus editoriales
nacionalistas y mentirosos de entonces?

¿Pondrá Sergio Renán las cosas en su sitio y recomendará que su
película "La Fiesta de Todos" sea exhibida varias veces en la TV
Pública bajo una leyenda que diga "así no debe hacerse nunca más el
cine argentino?

¿Se inmolará Félix Luna cuando observe la filmación en la que se lo
aprecia arriba de un balcón mientras caen papelitos y se afirma que
los argentinos ganamos el Mundial para demostrarle al mundo qué buenos
somos?

¿Reclamará Ernesto Sábato un cura y un confesionario para decirles que
se averguenza de haber cerrado la ceremonia de premiación de los
campeones con todos los uniformados en las bien servidas mesas?

¿Editará el Comité Ejecutivo de la AFA un nuevo libro de Memorias
señalando que uno de los más grandes errores de nuestro deporte fue
promocionar al marino Carlos Lacaste como representante argentino en
los estrados de la FIFA aún en los tiempos democráticos?

¿Renunciará al Comité Olímpico Argentino (COA) su presidente Julio
Cassanello, ex intendente de Quilmes durante la dictadura y quien
dentro de unas semanas presidirá la delegación celeste y blanca que
concurrirá a los Juegos Olímpicos de China 2008?

¿Seremos capaces de reconocer como sociedad que durante el frío mes
de junio fuimos algo así como preservativos de un régimen verde oliva
que usó el Mundial para mostrarnos derechos y humanos?

¿Revelaran los popes de la publicidad argentina los nombres y
apellidos de los autores de las odiosas frases que engalanaban
nuestras infantiles y adolescentes horas frente a la TV? ("Los
argentinos somos derechos y humanos", "Argentina país de paz"
"Argentina trabaja y avanza")

¿No deberíamos golpear las puertas de la sucia FIFA y devolverles la
sucia Copa del Mundo 78?

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Fuentes: Agencia de Comunicación Rodolfo Walsh

Fragancia


A las esperanzas de palabras aún no dichas. A promesas que no fueron hechas y nadie tiene por qué cumplir. A las lágrimas que nadie lloró. A flores que todavía no crecieron, y en gran medida, aún no plantadas. Lo agrio de la transpiración, lo amargo de los fluidos, la fetidez del primer aliento. La calidez encerrada en tu pelo. A la luna encerrada en tus ojos. La primer mañana y la última noche. La última mañana y la primer noche. A la virginidad de tu piel, todavía libre de arrugas. A la seguridad, la confianza. A vos moviéndote entre sueños, quejándote de algún fantasma. Al día que está por empezar.

Todo hombre ha tratado de descifrar cuál es el olor que la mujer deja entre sus sábanas al irse de su cama. Hoy lo siento y por eso estás conmigo, durmiendo una vez más entre mis brazos.

miércoles, 25 de junio de 2008

Difusión

Cazadores de Utopías, la banda que se hizo primero un Purevolume antes que tener un miserable tema propio compuesto y/o ajeno grabado, ensaya en...

http://www.vaderstudio.blogspot.com/

(veremos hasta cuándo...)

martes, 24 de junio de 2008

Pink Floyd - Pigs on the Wing (Pt. 1 y 2)

Acá les va una rareza absoluta: un tema de Pink Floyd que en realidad son dos, la apertura y cierre del brillante disco Animals. Como está acá es tal y como fue grabado: en una sola pieza y con un solo increíble de Snowy White, el guitarrista que le daba una mano a Gilmour en los recitales. Para disfrutar con todos los sentidos.

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Pigs On The Wing (Parts 1 & 2) [Rareza] - Pink Floyd

If you didn't care what happened to me,
And I didn't care for you
We would zig zag our way through the boredom and pain
Occasionally glancing up through the rain
Wondering which of the buggers to blame
And watching for pigs on the wing.

(solo)

You know that I care what happens to you
And I know that you care for me too
So I don't feel alone
Of the weight of the stone
Now that I've found somewhere safe
To bury my bone
And any fool knows a dog needs a home
A shelter from pigs on the wing

sábado, 21 de junio de 2008

Marx Attack

El toro por las astas (Osvaldo Bayer, 21/6/08)

Artículo en Página del gran Osvaldo Bayer. Para leer y aprender cómo pensar las cosas y darle siempre una vuelta más de tuerca al asunto.

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Es increíble la irracionalidad del mundo. Pero el hombre persiste. Sigue rigiendo la ley del dinero. Más dinero, más poder. Así de sencillo. Por ejemplo, que los alimentos del mundo estén en manos de un núcleo de personas surgidos en su mayoría de los dueños de la tierra. En un mundo con limitaciones –y las conocemos con respecto a las reacciones de la naturaleza y a eso que llaman la bolsa y la ruleta de las acciones o las altas y bajas de las divisas– las grandes líneas a seguir no las dictan los que defienden la vida a ultranza, ni siquiera los políticos elegidos en las urnas, sino los que tienen el verdadero poder. Lo vemos actualmente en Europa. Hoy el diario Frankfurter Rundschau –lo cito porque es un órgano que a veces, muy pocas veces, lástima– se atreve a decir basta. Hoy, viernes, le dedica toda su tapa, toda, a denunciar la inhumana política europea con respecto a los seres humanos del tercer y cuarto mundo que buscan refugio en Europa, los denominados “ilegales”, que llegan de todos los países pobres. En la tapa de ese diario está en grandes letras la palabra Europa atravesada con alambres de púa. Y luego, en letra pequeña, este párrafo: “Con toda dureza, los estados europeos proceden contra los que buscan refugio. Europa se comporta así como si sólo tuvieran derecho a una vida en dignidad los que nacieron en el continente correcto. Cómo ese apartheid hace ricos a los nuevos contrabandistas de personas, arroja cadáveres a las costas españolas y lleva a que los chechenos perseguidos no encuentren protección, informamos en la edición de hoy, el Día de los Refugiados”.

Sí, Europa ha decidido hacer ya en un tono leguleyo lo que lleva a cabo Estados Unidos en sus fronteras con los “latinos”. Es el sistema. Esa Europa que estableció después del “descubrimiento” la esclavitud y la explotación de sus colonias africanas y americanas no se hace responsable por ello. Pero eso sí, sigue aprovechando el comercio con las elites de esos países que dominan sus economías y producen la pobreza, y por tanto la violencia.

Cuando uno lee las noticias de la Argentina, comprueba que la Sociedad Rural acompañada por otras organizaciones, que en conjunto siguen siendo dueños y señores de la tierra (algunos más, otros mucho menos, pero están juntos), hacen un “paro” patronal. La tierra, que significa el pan, que no tendría que pertenecer a nadie sino a todos, es de ellos. Esa tierra que tendría que ser de todos, como la sombra de los árboles en verano, como los caminos, como los ríos, como el derecho a la enseñanza, como el derecho a la salud. Causa hasta vergüenza que ninguno de nuestros gobiernos haya ido a golpear a la puerta de la Sociedad Rural y les haya preguntado: ¿de dónde tienen ustedes la tierra, quién se las otorgó, cómo llegaron a ella? La pregunta que tendríamos que hacerles todos a los estancieros, los latifundistas. ¿Cómo es posible que ningún Congreso nacional en toda su historia haya tratado el tema de los títulos de la propiedad de las pampas increíblemente fértiles e interminables o haya nombrado una comisión que estudiara a fondo cómo llegaron esos señores a la posesión de tales extensiones? No, no se hizo nunca. Se aceptó a libro cerrado esa historia terriblemente injusta y cruel. De eso no se habla. Y todos concurrieron a inaugurar el monumento a Julio Argentino Roca, el que dictaminó la muerte al “salvaje o bárbaro”. Y cómo después va a comenzar el otro capítulo, el de la explotación de los verdaderos trabajadores de la tierra, los “peones en negro”, como es habitual. Peones y sirvientas no entran por la puerta del Derecho.

Es hora de llamarlos a rendir hoy cuentas de cómo sus antepasados obtuvieron esas tierras. Sin ninguna duda, la mayoría fue después de la campaña de Roca, con el exterminio de los habitantes originarios. Lo dice toda la documentación histórica. Fue la Sociedad Rural presidida por José Martínez de Hoz –apellido bien conocido por los argentinos– quien va a apoyar y promover la campaña de Roca, por ejemplo, ofreciéndoles las “mejores caballadas” de los estancieros. Después del genocidio se otorgaron más de 41 millones de hectáreas a 1843 estancieros, entre ellos a la familia Martínez de Hoz, que recibió nada menos que 2.500.000 hectáreas. Y luego en la lista de beneficiarios estaban los Anchorena, Leloir, Temperley, Atucha, Ramos Mejía, Miguens, Unzué, Llavallol, Señorans, Martín y Omar, Real de Azúa, Luro, etc. Todos apellidos de la “aristocracia” de la tierra. El general Roca se quedará con 65.000 hectáreas, para “empezar”, y se otorgarán otras 7.450.000 hectáreas a los militares autores del genocidio. Lo dice el propio Domingo Faustino Sarmiento, en el diario El Censor del 18.XII.1885, textual: “Es necesario llamar a cuenta al presidente y a sus cómplices en estos fraudes inauditos. El presidente Roca, haciendo caso omiso de la ley, cada tantos días remite por camadas a las oficinas del Crédito Publico órdenes directas, sin expedientes ni tramitaciones inútiles, para que suscriba a los agraciados, que son siempre los mismos, centenares de leguas”. Por eso, durante la Década Infame, los conservadores levantaron el monumento a Roca en la Diagonal Sur de la Capital. Y ahí estaban todos, en primera fila los miembros de la Sociedad Rural. El mismo Roca aprobará la Concesión Grünbein, por la cual se otorgaron miles de hectáreas en la Patagonia principalmente a ingleses provenientes de las islas Malvinas. Que financiaron a los “cazadores de indios”. Una libra esterlina por par de orejas de tehuelches. La Sociedad Rural también apoyó firmemente la represión de los peones rurales patagónicos en la matanza de 1921 para no hablar de su influencia en la política de los centros provinciales.

¿Cómo es posible que jamás en la Argentina se haya intentado una reforma agraria? Seguimos aceptando un régimen que pertenece al medievo. Se tiene que dictar una ley poniendo una valla a la posesión, un máximo de hectáreas y dar preeminencia a las cooperativas de productores. Para ello, crear escuelas en cada ciudad del interior de más de cincuenta mil habitantes sobre administración del campo, ciencias agrícolas y ganaderas, para que los hijos de los trabajadores de la tierra puedan ya ser los técnicos futuros del campo.

Nada se arregla ahora con bajar o subir las retenciones, sino que la única solución es democratizar la posesión de la tierra. Y que sean esas mismas cooperativas las que se encarguen de la comercialización de sus productos.

Es lamentable que la Federación Agraria, aquella del Grito de Alcorta, no haya continuado su lucha de hace un siglo y que hoy busque como aliados a quienes están en la vereda de enfrente. Me viene a la memoria el movimiento del campo iniciado por integrantes de la Federación Agraria y apoyado por su diario La Tierra, en febrero de 1975, en el gobierno de Isabel Perón. Las otras organizaciones patronales del campo –Sociedad Rural, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas– repudiaron las acciones de protesta. También Carbap, a través de su titular, Jorge Aguado, tuvo palabras muy duras contra el citado movimiento. Más tarde, en septiembre, del mismo año, sí, la Federación Agraria se plegó al movimiento de reivindicaciones de las Confederaciones Rurales Argentinas, a la que pertenece Carbap. Por lo que el periódico El Auténtico dirá: “La falta de una adecuada política económica tendiente a garantizar el precio de las cosechas, que hace que los pequeños y medianos productores queden a merced de los grandes monopolios exportadores, explica la decisión de la Federación Agraria de plegarse a una huelga hegemonizada totalmente por la más rancia oligarquía”. Hace treinta y tres años.

El diario La Prensa, por supuesto, apoyó el movimiento de la oligarquía del campo señalando que “De hecho, los gobiernos han mantenido una incoherencia sistemática respecto de la agricultura... que puede expresarse como desprecio por la merecida consideración de esa actividad productiva en el conjunto de los intereses nacionales”. Intereses nacionales.

La verdadera solución llegará cuando se lleve la verdadera democracia a la tierra. Ni terratenientes ni siervos. Que la alimentación de las ciudades no dependa de un triunvirato todopoderoso de los dueños de la tierra. Ojalá que la Iglesia Católica tome como modelo al obispo Angelelli, aquel que dijo en el púlpito, en ocasión de la muerte de un leñador y después de ver con sus propios ojos cómo sus compañeros llevaban el cuerpo sin vida sobre los hombros y lo enterraron así porque no les alcanzaba el dinero para comprar un ataúd: “En qué país vivimos que ni siquiera los leñadores pueden lograr la madera que abrace y contenga a sus seres queridos a la hora de la muerte”.

Al día siguiente, Angelelli yacía sin vida tirado en el suelo de una tierra por la que tanto luchó. Realidades constantes.

Fuente

viernes, 20 de junio de 2008

David Gilmour & David Bowie - Comfortably Numb

Si alguno todavía no sabe por qué Gilmour es objeto de mi admiración, miren este temazo tocado junto con el duque David Bowie.

Acá sí que no se coge

MONUMENTO AL CHE
Hasta la estatua, siempre

El Si! peregrino hasta Rosario detrás de la tonelada de bronce con que se rinde homenaje al mítico guerrillero. Y recogió las diferentes maneras de apreciarlo.

Txt Hernán Escudero.

Yo te daré/ te daré Patria hermosa/ yo te daré/ una cosa que empieza con P". De un lado: "¡PC!", del otro: "¡Perón!". "¡Querría que el Che los viera ahora!", grita furiosa una señora que es aplastada contra la valla en un pogo. En Rosario, por unas horas, el tiempo regresó tres décadas. Todo, por una estatua de bronce de una tonelada y 4 metros de altura: un monumento al Che Guevara.

Los jóvenes integrantes de los distintos partidos políticos pelean entre sí por ver quién la tiene más larga y más grande (la bandera). Entre la multitud, integrantes del Partido Comunista hacen de todo para mandar militantes a la valla y sostener la enseña que Stalin les legó.

-¿Esto no atenta contra el espíritu de unidad del acto?

-Mirá, es parte de la identidad. Es en cierta forma como el equipo de fútbol, siempre querés que esté presente.

"El Che fue admirable, más allá de izquierda o derecha", sostiene Lucía, una artesana nómade que con su compañero peruano recorren la Argentina: "Que un tipo haya dejado su vida justamente para mejorar la de todos, eso es loco". El responde: "Dejó las cosas de medicina y agarró un fusil. Pero ni la izquierda ni la derecha me parecen buenas, son luchas por el poder". Un miembro de Corriente Militante explica que el Che es un ejemplo de militante. "La unidad está buena. Cada uno leyendo los programas del otro, así se llega a algo". En este marco, las palabras de Aleida Guevara, la hija del Che, suenan un poco a reto: menos palabras, más acción.

En el camping del Parque Independencia paran todas las agrupaciones que vinieron para la ocasión. En la noche del sábado se armó una fiesta, y a la hora de hacer pogo, no hay partidos políticos. Afuera, un grupo de militantes independientes de Río Cuarto socializa al calor de un fogón. Luego de una concurrida ronda de chistes, Martín, un estudiante de Buenos Aires, dispara su teoría de la situación: "A nosotros nos une el Che, pero nos separa la coyuntura".

Mientras se discute sobre el rol del kirchnerismo en el panorama político, otro grupo de chicos discute sobre el pasado: "Tal vez antes se creía que estábamos más cerca", reflexiona con tristeza la porteña Silvina. El riocuartense Matías responde: "En cantidad y calidad la militancia era diferente. Pero eso no quiere decir que estemos rendidos".

http://www.clarin.com/suplementos/si/2008/06/20/3-01697636.htm

miércoles, 18 de junio de 2008

Yo me pregunto...

...por qué Cristina cita a Marx? ¿Por qué se esmera en hablar igual que Evita? Y sobre todo, ¿por qué nadie se da cuenta de que es pura palabra, pura retórica de izquierda, sin la menor intención de actuar en consecuencia?

martes, 17 de junio de 2008

jueves, 12 de junio de 2008

Fotos varias




El sentido de internet



Un fantástico video usando personajes del World of Warcraft. Un auténtico cago de risa.

martes, 10 de junio de 2008

Homenaje a Víctor Jara - Te recuerdo Amanda



Te recuerdo, Amanda - Lino Straulino, Alberto Chicayban, Mariano Pino, César García, Alessandro Montello, Franco Stocco, Stefano Andreutti, Paolo Fagiolo, Fabio Beuzer

Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.

Son cinco minutos.
La vida es eterna en cinco minutos.
Suena la sirena de vuelta al trabajo,
y tú caminando, lo iluminas todo.
Los cinco minutos te hacen florecer

Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.

La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.

Que partió a la sierra.
Que nunca hizo daño. Que partió a la sierra,
y en cinco minutos quedó destrozado.
Suena la sirena, de vuelta al trabajo.
Muchos no volvieron, tampoco Manuel.

Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.

lunes, 9 de junio de 2008

Plan malvado

El otro lado

El señor Domínguez se levantó puntual con la tercer campanada del despertador. Restregándose los ojos, salió de su cama. Descalzo como siempre, fue al baño. Medio dormido entrevió la hora en el reloj del baño (7:01) mientras manoteaba distraído en el mueble el cepillo para peinarse los pelos.
Grande fue su sorpresa al encontrar que en la imagen que le devolvía su espejo no se encontró cepillándose. Desconcertado, miró con atención y descubrió que él tenía en sus manos el peine de su reflejo. El suyo estaba cómodamente apoyado sobre el estantecito bajo el espejo.
Mitad despierto y mitad dormido continuó cepillándose, mirando cómo su reflejo no le devolvía sus mismos gestos. Trató de escuchar lo que decía su reflejo, que lo miraba fijo con ojos muertos. Sus labios se movían, pero no podía oír sus palabras.
Comprendió tarde su error. Acercar la oreja al espejo y sentir como sus (sus) manos lo aferraban fuerte del cuello, fue un solo movimiento. Tratando zafarse, lo (se) golpeó con el cepillo, sin demasiado éxito. Mientras caía se aferró al caño de la bañera para tratar de mantener el equilibrio, con pésimos resultados.

Parte policial: F. Domínguez, fallecido a los ... años (...). La denuncia fue realizada por vecinos del occiso que, habiendo sentido el olor nauseabundo, dieron noticia a las autoridades. (...) En la escena de muerte se encontraron vidrios rotos del espejo, el caño de la cortina caído, las toallas en el suelo (...). Teniendo en cuenta los restos del vidrio incrustados en el talón del difunto y las marcas en su cuello, los forenses de la fuerza concluyeron que el deceso se produjo por ahorcamiento al suspenderse en la barra del sanitario, y en un último reflejo golpeó con la planta del pie el espejo, provocando así su ruptura (...).

Nota en la libreta del Cabo segundo Rodríguez: No hay explicación aún para dos elementos. Primero, cómo el caño resistió tanto tiempo el peso del cadáver. Y el segundo dilema, qué hacía el muerto con un cepillo fuertemente agarrado en su mano derecha, y sobre todo por qué se encontró un cepillo idéntico a su lado. Espero que más investigaciones arrojen más luz sobre esta incógnita.

domingo, 8 de junio de 2008

Ego

-Hernán- Pumper Nic Rock Festival /// Sil, te amo!!! dice:
voy a empezar psicólogo
Fede:"Vos no aprendiste lo que yo ya me olvide" dice:
bien ahí!
Fede:"Vos no aprendiste lo que yo ya me olvide" dice:
es menos grave de lo que nuestras trastornadas mentes creen
Fede:"Vos no aprendiste lo que yo ya me olvide" dice:
por momentos casi que es divertido
Fede:"Vos no aprendiste lo que yo ya me olvide" dice:
aaprte sirve a nuestro ego, es uan hora semanal para hablar de vos de vos y de vos
-Hernán- Pumper Nic Rock Festival /// Sil, te amo!!! dice:
nunca creí que lo fuera! (grave)
-Hernán- Pumper Nic Rock Festival /// Sil, te amo!!! dice:
jajajajaja
-Hernán- Pumper Nic Rock Festival /// Sil, te amo!!! dice:
para eso me hice un blog

sábado, 7 de junio de 2008

Crónica de una noche bizarra

(Qué verguenza, cayendo en el lugar común del título de García Márquez...)

Nada puede salir mal en una fiesta en la que:

- Estás en la fila esperando y ves que entran un power ranger (de los nuevos, pero nada es perfecto) y un pibe disfrazado de la mujer maravilla.
- Una vez adentro, mirás a tu derecha y encontrás que hay masajes descontracturantes gratis y un caricaturista por el mismo costo.
- La barra estaba un precio accesible, y por el módico precio de 12 pe (y una propina de 2, por la buena onda) te sirven un vaso de whisky hasta el tope con tres pajitas incluidas.
- Conforme va pasando la noche, vas escuchando temas de Sergio Denis, las Primas, Juan Carlos Calabró, Xuxa, etcétera.
- Tenés dos shows en vivo: el doble de Sandro... y el Teto Medina!!!
- Después de mucho saltar y cantar, pensás: "qué bueno estaría comer algo". No te preocupes: Bondiolaman viene a ayudarte (sí: es un tipo disfrazado de superhéroe con sanguches de bondiola en una fuente).
- Hacés pogo al ritmo de la marcha peronista.

Y como frutillita del postre, en la parada del 110 un flaco entró a mostrarnos un cuchillo (pobre Agus, lo sacó a quince centímetros de su cuello) y nos dice:
Flaco homicida - ¿Vos sabés lo que es que te roben siete veces en cinco días?
Yo - La verdad no.
FH - Es una mierda loco.
(A todo esto, Agus salió corriendo para City Hall de vuelta y me manda un mensaje con un detalle que tal vez no había notado: "Tiene un cuchillo, vengan para acá!")
Y - Javi (estaba cómodamente sentado en el cordón de la vereda, al lado del tipo. Después dijo: "Mah sí, me daba tanta paja levantarme que si me afanaba le daba los diez pesos que tenía y punto"), hay un kiosko allá, vamos?
J - Uy, qué paja.

José Cuchillo no nos siguió. Pedimos un tacho, y nos tocó un tachero simpático, que nos contó anécdotas de su vida sentimental y familiar, y una de un amigo suyo que de ser cierta, le darían ganas de matarse hasta al más optimista.

Y qué mejor epílogo que un panchito a las 5.15 en Malabia y Corrientes. Aspirinas x 2 y a la cama.

Ascensión (Parte 3)

Recorro tu cadera con mis labios una vez más, suavemente, para no despertarte. Trato de levantarme de la cama, ya no con tanta facilidad como antes. Mis pasos hasta el baño son lentos, y resuenan en la casa vacía, ya que nuestros hijos, como era de esperarse, se han ido. Me miro en el espejo, que refleja una casi pelada cabeza, que añora los rulos de antaño.
Vuelvo a la habitación, me siento y te veo dormida, una vez mas. Tus pelos ya no son tan negros como solían ser, al punto de que son raros aquellos que quedan de ese color original. Sin embargo, esa mirada que tuviste desde el primer día en que me enamoraste sigue estando ahí, esperando a que se cruce con la mía en ese juego eterno que jugamos nosotros dos.
Después de tantos años de pensar, con cada momento compartido, siento que la ascensión se frenó en un punto fijo, al cual no voy a poder llegar, y ahora de viejo puedo afirmar que no me va a alcanzar esta vida para lograrlo. Si está en mi destino llegar a él, tal vez en una próxima vida nos volveremos a encontrar, y una vez mas me elevarás como siempre haces con cada caricia, con cada gesto, con cada beso.
Me apoyo en el respaldo, y sabiendo que nuestra hora final está llegando, me pregunto qué habrá más allá de todo esto, si tal vez en ese piso 35 al que no pude llegar estarán las aspiraciones de amar de una manera inmortal, mas allá de tiempo y espacio, infinitamente eterno, eternamente infinito, o diversas series de palabras que indiquen que en un beso tuyo podrían vivir milenios de sentimientos.
Es así como el único temor que me queda en esta vida es el no saber si yo realmente pude satisfacer tus deseos, cumpliendo en cada momento de la mejor manera. La satisfacción que me queda es saber que hice todo lo que pude, y que si hoy, entre tus pelos ya canosos queda una mirada especial para mi, evidentemente logré mi cometido.
Veo que te das vuelta, y te despertás.
- No entendiste, no?
- Qué?
- A lo que querés llegar. Siempre lo supe, pero quería ver si había necesidad de explicártelo o podías averiguarlo por tu cuenta.
- La verdad que no lo logré, y mirá que estuve años tratando de descifrarlo...
- Vení, acostate.
Tuve que reconocer mi fracaso, mas de seis décadas tratando de encontrar algo que no pude encontrar. Me acosté al lado de ella.
Ella me besó, y agarró mi mano, y la puso en su pecho. Pude sentir sus latidos, y sentí un calor corriendo por mis venas, tornándose en un sentimiento de fusión indescriptible, al ritmo de nuestros corazones latiendo al unísono.
Abrí los ojos, maravillado. Te vi igual que aquella vez en que te reconocí mis sentimientos, con el mismo rostro, la misma ropa. Y comprendí que lo que buscaba lo tuve siempre conmigo.
Lloré, pero de alegría.
Bienvenido al paraíso.

jueves, 5 de junio de 2008

Ascensión (Parte 2)

Recorro tu cadera con mis labios una vez más, suavemente, para no despertarte. Me levanto de nuestra cama (lo suficientemente grande como para los dos), y me siento en la silla del escritorio, que me lleve para nuestra pieza. Veo tu vientre subir y bajar con cada aliento que tomás, ese vientre que ya ha cargado a dos hijos, frutos de años de amor compartido. Tu pelo negro ya no es tan negro, las canas empiezan a asomar, acechando la promesa de juventud eterna.
Una vez más pienso, en que después de todo el tiempo que pasamos juntos, nunca puedo encontrar la forma de juntar todo en una sola cosa. Ni siquiera mi guitarra eléctrica puede expresar lo que quiero decir, ni encuentro una sola canción hecha por otra persona lo suficientemente buena como para representarte a vos.
En la oficina me puse a pensar, subiendo a mi oficina del séptimo piso, y me sentí satisfecho de por lo menos comprender algo; lo que vos haces conmigo es obligarme a llegar más alto, a superarme cada día más. Es como si yo tratara de llegar al piso 35 de un edificio de 10 pisos; para mi eso sería imposible, sin embargo vos desplegás tus alas y me ayudas a subir, en esta ascensión compartida. Vas mas allá de toda limitación física, y con esa sonrisa radiante que reservas para mi me ayudas a subir, cada vez más alto, y yo con la esperanza de llegar a ese piso 35 reservado para nosotros dos; hasta que me doy cuenta de que vos podrías llegar fácilmente si no tuvieras que cargar con mi peso.
Que pasaría entonces? Llegarías a ese lugar prometido? Por mi parte, me quedaría en mi mortalidad limitada al décimo piso, mientras vería como te elevas más, y más.
Sin embargo, si hay una certeza en la vida, es que uno tiene que plantearse objetivos: el mío, es llegar a ese piso 35, en el que no se que puedo encontrar, y tampoco interesa demasiado. Lo importante de llegar ahí es la ascensión realizada, el hecho en sí de haberlo logrado.
Se me puede tildar de egoísta por plantearme un objetivo unipersonal, pero es más bien lo contrario: al verte dormida, llego a la conclusión de que tengo que ascender con vos, no por vos. Esa es la dignidad a la cual durante tantos años aspire alcanzar, la fortaleza que por tanto tiempo soñé en tener.
Te agitas en la cama, suponiendo que estoy hablando conmigo mismo, esa costumbre que tengo desde adolescentes, que venías a mi casa a escondidas, a amarnos de una forma indescriptible, a ascender juntos. Y es hoy que te tengo toda para mi, cuando se que más te necesito, y menos necesito necesitarte.
Quiero subir con vos (me acuesto al lado tuyo), quiero volar con vos (rodeo tu cuerpo con mi brazo), quiero ser lo que vos querés que sea (te acurrucas contra mi cuerpo), quiero ser...

martes, 3 de junio de 2008

Ascensión (Parte 1)

Aprovechando el éxito absoluto de mi post anterior (dos posteos para mí superan ampliamente la media), los dejo con la primer parte del cuento aquel que le escribí a la que es aún hoy el amor de mi vida, Sil. Con este cuento me había metido en el festival de cultura joven sub 18 (ja, ¿qué me decís, Clar*n?). Ella me autorizó, así que se los dejo. Son tres partes, espero sinceramente que lo disfruten (tengan en cuenta que tenía 17 años al escribir esto... noten las diferencias entre éste y lo subido ayer).

///

Recorro tu cadera con mis labios una vez más, suavemente, para no despertarte. Te dejo durmiendo en mi cama, para que aunque sea por esta noche, cuando duerma, el olor de tu cuerpo quede entre mis sábanas. Me siento en la silla de mi escritorio, y te miro dormir. Miro tu pelo negro como la noche misma, las pecas que le dan esa personalidad a tu rostro, tus ojos celestes como el cielo, que se entreabren mientras estás dormida.
Pienso en mi mismo, y me pregunto qué tendré yo que no te pueda dar otra persona, que te haga sentir especial. Entre todas las pruebas, las materias, el colegio, la locura del viaje de egresados, es hasta milagroso que pueda salir algo tan bueno de todo eso. Cuatro años de conocernos, pienso, y todavía no encuentro como decirte lo que siento. Trato de encontrar la forma, la manera, pero simplemente está mas allá de lo que puedo aspirar.
Y te confieso, ahora que estás dormida, que pensé muchísimo tiempo en una sola palabra u oración que junte todo lo que siento por vos, o aunque sea en una sola canción (mi guitarra duerme en el placard), o un “algo”. Evidentemente a donde yo quiero llegar no voy a poder llegar, por el momento.
Hay momentos en los que pienso por qué quiero pensar esto, que me debería contentar con tenerte dormida en mi cama (que dicho sea de paso, es hasta casi chica para los dos), con tener alguien en quien pensar en las noches, con poder respirar el aire que dejás, pero pareciera que a mi inconsciente eso no lo conforma; es como una necesidad de búsqueda constante.
Es una cualidad o un defecto, depende del punto de vista, eso de buscar algo que posiblemente no vaya a encontrar. Pero me ilusioné desde el momento en que tus ojos brillaron por mi, en que por primera vez te abracé de una forma distinta a la que lo haría cualquiera, y extrañamente conseguí mi cometido, lograr que estés conmigo.
Me tiro contra el respaldo de la silla, y por un instante se me cruzan por la cabeza las pruebas que tenemos, los profesores que no me aprecian del todo (algunos por merito propio, otros no), y pienso si aunque sea por una vez voy a tener la paz suficiente como para acostarme al lado tuyo sintiéndome digno de vos, sin tener ese cachito de culpa de esperar al día anterior para ponerme a estudiar, ni el miedo a que en el último día de clases un profesor me redondee para abajo y termine pasándola mal, ni el temor (infundado, seguramente, el tiempo lo dirá) de que en la facultad las cosas cambien para vos y para mi...
Pero simplemente, por hoy aunque sea, termino la búsqueda (definitivamente estoy desquiciado, hablo solo), y me acuesto al lado tuyo, a respirar de tu piel, y a sentirte mía, por lo menos por hoy...

lunes, 2 de junio de 2008

Medianera

- Mar...
- Si me vas a venir con otra cita de Douglas Adams...
- Te juro que esta vale la pena.
- Más te vale.
- Dice, refiriendose a la creación del pez babel, un animal que, metido en el cerebro, traduce todos los idiomas.
- Este tipo miró mucho Star Trek, ¿no?
- Callate. "Pero es una coincidencia extrañamente improbable el hecho de que algo tan impresionantemente útil pueda haber evolucionado por pura casualidad, y algunos pensadores han decidido considerarlo como la prueba definitiva e irrefutable de la no existencia de Dios.
»Su argumento es más o menos el siguiente:
«Me niego a demostrar que existo», dice Dios, «porque la demostración anula la fe, y sin fe no soy nada».
«Pero», dice el hombre, «el pez Babel es una revelación brusca, ¿no es así? No puede haber evolucionado al azar. Demuestra que Vos existís, y por lo tanto, según Vuestros propios argumentos, Vos no. Quod erat demonstrandum».
«¡Válgame Dios!», dice Dios, «no había pensado en eso», y súbitamente desaparece en un soplo de lógica.
«Bueno, eso era fácil», dice el hombre, que vuelve a hacer lo mismo para demostrar que lo negro es blanco y resulta muerto al cruzar el siguiente paso cebra."
- Bueno, te reconozco que es bueno.
Lucía le da una cuarta seca al porro. Se incorpora ligeramente sobre su cuerpo, se apoya en el codo, queda acostada sobre su brazo derecho. Se acerca a un centímetro de la boca de María, y exhalándole el humo en la cara: "Te lo dije".
Ella se vuelve a acostar, como es costumbre, tocando cabeza con cabeza con su hermana que no es su hermana. La terraza no está tan fría como podría, y la cerveza no está tan fría como debería. Pero la noche está tan estrellada como Buenos Aires permite.
- Lu.
- Qué.
- ¿Cuántas probabilidades hay de que haya otras dos minas como nosotras preguntándose en una terraza de un edificio de una ciudad si existe Dios?
- Estudio arquitectura, no filosofía.
- Andá a cagar.
No había necesidad. A Lucía no le gustaba reprimirse nada: si hubiera tenido que cagar, habría ido hace rato. Pensó por un segundo que tenía frio. Después de todo, estar casi desnuda en una terraza en pleno junio podía considerarse casi suicida. Pero las dos tenían esa saludable costumbre y no la iban a tirar abajo por un vientito de mierda.
María empieza a acariciarse el cuerpo, sintiendo sus pelos erizados por el frío. Se da vuelta, se acurruca al cuerpo de Lucía. Sus cuerpos semi desnudos se tocan, se pegan los labios muy cerca una de la otra. Mirándose fijo, y como si estuvieran unidas por un breve instante, las dos dicen al unísono:
- Necesito un tipo.
Luego de las carcajadas obvias, se ponen las dos de pie. Ya estaban más allá de toda conexión sexual. La vida las había encontrado, enfrentado y vuelto a encontrar más veces de las que se podían contar en esa noche de nubes, porro y cerveza.
Caminan sin demasiada prisa hacia donde dejaron sus respectivas vestimentas. Para borrar la evidencia, repiten el ritual de tirar la cerveza restante hacia la calle, asomándose con cuidado de que no pase nadie. Sólo una vez se les dio por tirárselo a alguien, sin resultados demasiado positivos.
María abrió la puerta de la terraza y ambas fueron a su departamento, el 4°C. En pantuflas, Lucía se lavó los dientes y fue a su cama, a sabiendas de que María seguramente se quedaría mirando una película, como siempre que hacían estas charlas de fin de domingo.
Sobresaltada y entre sueños, Lucía se avivó de que había dejado el libro de Adams en la terraza. Puteando en idiomas que no conocía del todo abandonó la cama, se puso un jogging, un buzo y las pantuflas, y salió del cuarto calefaccionado.
Para su sorpresa, el reloj decía que habían pasado cuarenta y cinco minutos desde que se había ido a dormir. La vio a María, como era habitual, dormida acurrucada en el sofá, arrullada por la voz del locutor de Discovery Channel. Su pelo largo le cubría la mitad de la cara, y tenía la remera con manchas de baba: la costumbre de dormir con la boca abierta. Sonrió, y siguió su camino. La experiencia le indicaba que despertarla no era lo más prudente, ya que después no conciliaría el sueño.
Llamó el ascensor, esperó aterida en los huesos. Subió, y se vio en el espejo. El pelo corto, como de varón, según dice su madre. Las ojeras, por tanto estudiar y trabajar, dice su padre. Sus ojos celestes y sus pecas como estrellas, según habían dicho muchos de sus novios. Palabras vacías, a esa altura.
El golpe seco del ascensor la terminó de despertar. Encaró las escaleras que conducían a la terraza. Abrió la puerta. Escuchó un ruido sordo (si es que eso tiene sentido). Con cautela fue hacia la parte en que estaban tiradas. Si no hubiera fumado, piensa.
- La primera
Quémier
- vez que vi
dahayal
- a Hara Kei
guienmevan
- llevaba una
amatar
- tunica oscura,
perono
- estaba sentado con las piernas cruzadas, inmóvil, en una
meinspiramiedo
- esquina del cuarto. Extendida a su lado, con la cabeza apoyada en su regazo, había una muchacha.
tienelindavozlástimaque
- Sus ojos no tenían un aspecto oriental, y su rostro era el de una chiquilla.
nolopuedodistinguir
- Baldabiou estuvo oyendo, en silencio, hasta el final, hasta el tren de Eberfeld. No pensaba nada. Escuchaba.
susrasgosperoestásentado
- Le hizo daño oír, al final, que Hervé Joncour dijera quedo: "Nunca oí ni siquiera su voz".
sobrelamedianerasevaairalcarajo
- Y después de una pausa: "Es un dolor extraño".
tieneunavozhermosacomodelocutoroalgoasiperoporquenomepuedomover
- Dijo, quedo: "Morir de nostalgia por algo que no vivirás jamás".
El muchacho cerró el libro. Luego de un instante, sólo se escuchaba el viento. Ninguno de los dos se animaba a decir nada, sólo a mirarse. El primero en romper el hielo fue él. Se bajó de la medianera en la que estaba sentado, y cuando sus pies tocaron el suelo ella no pudo contener un gemido. Él caminó despacio, sereno. La noche todavía le amparaba los rasgos y se los cubría de los ojos inquisidores de Lucía. "No hables", dijo, y más que un decir fue una orden que atravesó de lado a lado a Lucía. Se quedó aún más petrificada. "No te preocupes que no te voy a hacer nada", dijo caminando lentamente hacia ella. Se le notaba un terror juguetón en los ojos. En los de ambos.
Repentinamente él frenó. Se agachó y levantó el libro de Douglas Adams y en su lugar dejó el libro que estaba leyendo. Sin decir más, dio media vuelta y se trepó a la medianera.
- Ya nos vamos a ver de nuevo.
Saltó con ímpetu hacia el vacío y desapareció, entre ruidos de metal. Luego de unos segundos, Lucía recuperó el control de su cuerpo y corrió hacia la medianera, pensando aterrada en que vería un cadáver en el suelo. Para su sorpresa, no sólo no lo encontró, sino que vio a unos treinta centímetros para adelante una escalera en una pared que subía a una terraza más alta, que aún temblaba por el rápido ascenso del visitador. Mirando para arriba, Lucía vio que habría por lo menos tres pisos más.
Fue a buscar el libro. "Seda", de Alessandro Baricco. Lo abrió. En la primera página decía: "Este es mi préstamo semanal. Así como llegué me voy, con un salto en la noche. Voy a volver la semana que viene a devolverte tu libro, espero que me devuelvas el mio. Si no lo hacés, sabré que no te interesa esto y no te volveré a molestar".
Lucía se deslizó contra la pared, ahora que la adrenalina había dejado de fluir por sus venas. Cerró los ojos y sonrió. Abrazó el libro contra su cuerpo. "Mañana tengo que laburar". Salió de la terraza, cerrando la puerta con llave. Mañana será otro día.