Hay una rejilla en el piso en el hall de Clarín, que está exactamente de camino al baño, al lado de la puerta. Al pisarla, el metal hace un ruido que es igual al de un hi-hat. Es muy loco. Es el fantasma de los hi-hats. No sé para qué gastarse 2 lucas y media en un plato, si tenés un par de rejillas copadas. Larga vida a ellas, salud.
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