viernes, 20 de junio de 2008

Acá sí que no se coge

MONUMENTO AL CHE
Hasta la estatua, siempre

El Si! peregrino hasta Rosario detrás de la tonelada de bronce con que se rinde homenaje al mítico guerrillero. Y recogió las diferentes maneras de apreciarlo.

Txt Hernán Escudero.

Yo te daré/ te daré Patria hermosa/ yo te daré/ una cosa que empieza con P". De un lado: "¡PC!", del otro: "¡Perón!". "¡Querría que el Che los viera ahora!", grita furiosa una señora que es aplastada contra la valla en un pogo. En Rosario, por unas horas, el tiempo regresó tres décadas. Todo, por una estatua de bronce de una tonelada y 4 metros de altura: un monumento al Che Guevara.

Los jóvenes integrantes de los distintos partidos políticos pelean entre sí por ver quién la tiene más larga y más grande (la bandera). Entre la multitud, integrantes del Partido Comunista hacen de todo para mandar militantes a la valla y sostener la enseña que Stalin les legó.

-¿Esto no atenta contra el espíritu de unidad del acto?

-Mirá, es parte de la identidad. Es en cierta forma como el equipo de fútbol, siempre querés que esté presente.

"El Che fue admirable, más allá de izquierda o derecha", sostiene Lucía, una artesana nómade que con su compañero peruano recorren la Argentina: "Que un tipo haya dejado su vida justamente para mejorar la de todos, eso es loco". El responde: "Dejó las cosas de medicina y agarró un fusil. Pero ni la izquierda ni la derecha me parecen buenas, son luchas por el poder". Un miembro de Corriente Militante explica que el Che es un ejemplo de militante. "La unidad está buena. Cada uno leyendo los programas del otro, así se llega a algo". En este marco, las palabras de Aleida Guevara, la hija del Che, suenan un poco a reto: menos palabras, más acción.

En el camping del Parque Independencia paran todas las agrupaciones que vinieron para la ocasión. En la noche del sábado se armó una fiesta, y a la hora de hacer pogo, no hay partidos políticos. Afuera, un grupo de militantes independientes de Río Cuarto socializa al calor de un fogón. Luego de una concurrida ronda de chistes, Martín, un estudiante de Buenos Aires, dispara su teoría de la situación: "A nosotros nos une el Che, pero nos separa la coyuntura".

Mientras se discute sobre el rol del kirchnerismo en el panorama político, otro grupo de chicos discute sobre el pasado: "Tal vez antes se creía que estábamos más cerca", reflexiona con tristeza la porteña Silvina. El riocuartense Matías responde: "En cantidad y calidad la militancia era diferente. Pero eso no quiere decir que estemos rendidos".

http://www.clarin.com/suplementos/si/2008/06/20/3-01697636.htm

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